La medida fue confirmada tras la resolución 569/2023 publicada en el Boletín Oficial gracias a la investigación que hicieron integrantes de la Estación Experimental Agropecuaria Bella Vista del INTA.
El Gobierno Nacional, a través del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), declaró alerta fitosanitaria por la "presunta detección del Virus Rugoso del Tomate" en muestras que obtuvieron por parte del sector privado. Esto podría generar importantes pérdidas en la producción nacional y en la región.
Según estudios realizados, esta afección parece contagiarse principalmente entre niños menores de 5 años y no pone en peligro la vida de los menores. Aunque la enfermedad tenga síntomas compatibles con el covid, no está relacionada con el SARS-CoV-2. De hecho, los primeros indicios apuntan a que podría ser una secuela del chikungunya o del dengue en los niños.
Otra de las opciones que se baraja es que se trate de una nueva variante del virus de manos, pies y boca, una enfermedad infecciosa común que afecta sobre todo a los niños de 1 a 5 años y a los adultos inmunodeprimidos, y en algunos casos, incluso a inmunocompetentes.
¿Cómo se contagia la gripe del tomate?
Al tratarse de una infección vírica, el contagio suele producirse por contacto estrecho. Los principales pacientes son niños, que también podrían enfermar por el uso de pañales, tocar superficies sucias o llevarse cosas directamente a la boca.
A pesar de que por el momento se trate de una infección principalmente pediátrica, las autoridades sanitarias han advertido del peligro de que acabe afectando a adultos, ya que, como cualquier gripe, es muy contagiosa. Por ello, han recomendado como precaución el aislamiento de las personas contagiadas durante 5-7 días desde la aparición de los síntomas, así como evitar que el niño infectado comparta juguetes, ropa o alimentos con otros niños no infectados.
¿Cuáles son los síntomas de la gripe del tomate?
Los síntomas que más se han observado en niños contagiados por la gripe del tomate son muy semejantes a los del chikungunya: fiebre alta, erupciones cutáneas y dolor intenso en las articulaciones.
Asimismo, uno de sus efectos más reconocibles son unas ampollas rojas y dolorosas que aparecen en todo el cuerpo que se agrandan gradualmente hasta alcanzar el tamaño de un tomate. Estas ampollas se asemejan a las observadas con el virus de la viruela del mono en individuos jóvenes y han dado el nombre a la enfermedad
También presenta otros síntomas habituales en las infecciones víricas, tales como fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, deshidratación, hinchazón de las articulaciones y dolores corporales. Cuando un niño acudía al centro de salud con alguno de estos síntomas se le hacía una prueba molecular y serológica para diagnosticar dengue, chikungunya, virus del zika, virus de la varicela-zóster y herpes. Una vez descartadas estas infecciones víricas, se confirmaba la contracción del virus del tomate.
¿Cómo se trata la gripe del tomate?
Actualmente, no existe un tratamiento específico para esta enfermedad, aunque el reposicionamiento de fármacos y la vacunación son los abordajes más eficaces.
Del mismo modo, al tratarse de una enfermedad similar al chikungunya, dengue y al virus manos, pies y boca, el tratamiento también es parecido: Aislamiento, reposo, abundantes líquidos y esponja de agua caliente para el alivio de la irritación y las erupciones. Todo ello acompañado de paracetamol para la fiebre y el dolor de cuerpo.
Desde el SENASA destacaron que es importante "fortalecer las tareas de prevención, detección, contención y erradicación" y que toda persona que esté en contacto con el virus debe notificarlo de manera inmediata al organismo por medios fehacientes o los canales de comunicación que tiene la entidad.
"Podría causar pérdidas económicas importantes en la producción nacional, afectando el comercio local de las especies vegetales hospedantes y el comercio regional e internacional. Los cultivos de tomate y pimiento son producciones de gran relevancia para distintas regiones de nuestro país", explicaron desde el organismo.
Recomendaciones brindadas por SENASA
El SENASA junto con el INASE el INTA, establecieron una serie de recomendaciones para quienes producen tomates y/o pimientos a fin de prevenir la enfermedad:
- Comprar la semilla en comercios registrados en el Inase y verificar que el envase cuente con el rótulo amarillo de identificación de la semilla y Registro Inase.
- Asegurarse de que los plantines sean producidos en condiciones seguras (libres de plagas y patógenos), en viveros registrados por el INASE e inscriptos en el Senasa.
- Limitar el ingreso a la zona del cultivo a las personas estrictamente necesarias para su manejo (por ejemplo, evitar el ingreso de personas ajenas al trabajo y asesoramiento del cultivo).
- Utilizar ropa de protección que se pueda desinfectar finalizada la jornada. La misma debe emplearse en un único sitio de producción.
- Desinfectar las herramientas antes de pasar a otra fila dentro del mismo lote.
- Contar con un sitio en el cual se pueda lavar y desinfectar herramientas, manos y calzado. Para la desinfección puede utilizarse lavandina comercial al 10% preparada en el mismo día con agua limpia.
- Limpiar y desinfectar el invernadero al final de una temporada de producción.
- Al detectar una planta enferma, evitar el contacto con la misma y desinfectar todo material con el que se la maneja y aislar el sector.
Ante sospechas de presencia de la enfermedad, es fundamental no tocar la planta, aislar el sector y avisar a la oficina del Senasa, INASE o INTA más cercana a su localidad.
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