El temor y sospechas de la familia del policía que hirió a dos delincuentes que lo asaltaron en Agua de Oro

Al oficial víctima de ese intento de robo le habían gatillado tres veces y los delincuentes se habían mostrado totalmente violentos a pesar de haberle dado la bicicleta que era lo que le pedían.

Todo comenzó cuando un agente de la Policía de la Ciudad, vestido de civil, fue víctima de un hecho de inseguridad el lunes 7 de agosto en el cruce de las calles Chazarreta y Maderna, barrio de Agua de Oro. De ahí en más, algunos episodios que se sucedieron hacen pensar a su familia que los agresores de ese momento querrían venganza por lo sucedido.

Esa hipótesis comenzó a tomar forma en la madrugada del día siguiente ya que frente a la casa de un familiar del efectivo una moto se estacionó alrededor de las 3 de la madrugada y dos sujetos quisieron forzar el portón. El grito de dos menores de edad que lo escucharon hizo que huyeran. 

Sin embargo, no todo quedó ahí ya que este domingo 13 de agosto, en medio de la jornada electoral, la situación se repitió casi de manera idéntica. Una moto frenó alrededor de las 18hs ante el mismo domicilio familiar y ota vez quisieron entrar al forzar la puerta. Nuevamente había gente en la casa que hizo que lo pensaran dos veces y decidieron escaparse hacia Ruta 7 por una calle del barrio.

Sobre el episodio, ese lunes 7 de agosto en horas de la noche, cabe destacar que el policía iba a bordo de su bicicleta hasta que a pocos metros del lugar donde se dirigía fue sorprendido por dos motochorros a punta de pistola. Uno de los ladrones bajó del rodado y le habría dicho "quedate quieto, dame la bici o te mato". A pesar de que el policía no presentó resistencia en un comienzo, el agresor gatilló el arma, pero por suerte la bala no salió.

Instantes más tarde, con la víctima en el piso, ya tenían la bicicleta que tanto reclamaban y el oficial vio como intentaron efectuar un segundo disparo que tampoco salió. Lejos de dejarla ahí, al ver que el agente retrocedía lentamente, volvieron a intentar dispararle, pero tampoco pudieron. Atento a esa situación, el policía sacó su arma reglamentaria y dio la voz de alto identificándose como personal policial. En ese momento, efectuó tres disparos, de los cuales uno impactó cerca de la zona del hombro de uno de los atacantes, mientras que el otro, al querer cubrirse, recibió un balazo en la mano. En esas condiciones se subieron a la moto para huir, pero el rápido llamado al 911 permitió describirlos para poder atraparlos. 

La información trascendida en ese momento fue que uno de ellos había quedado en libertad por ser menor de edad mientras que el otro estaba herido internado en el hospital aunque fuera de peligro.