Caso Fernando Pérez Algaba: los 4 errores que cometieron los asesinos y evitaron "el crimen perfecto"

En un giro impactante en el caso del trader asesinado Fernando Alejandro Pérez Algaba, nuevos detalles macabros emergen a medida que la investigación avanza. Javier Baños, quien previamente se desempeñó como fiscal en el Departamento Judicial de Morón y ahora es abogado de la familia de la víctima, reveló un panorama escalofriante.

Baños, que entró en el Poder Judicial en 1996 y se mantuvo como fiscal hasta su renuncia en 2021, destacó a Clarín que en sus años de experiencia "nunca vi una cosa ni parecida". Ahora, en su nuevo rol como abogado, esboza una narrativa que parece sacada de una trama policial, mientras habla sobre el caso de Fernando Pérez Algaba, quien fue encontrado descuartizado entre el 22 y el 24 de julio en el Arroyo del Rey, en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora.

La investigación ha llevado a siete detenidos, con dos individuos, Maximiliano Ezequiel Pilepich (45) y Nahuel Sebastián Vargas (43), identificados como los presuntos autores materiales del asesinato. La víctima compartía un emprendimiento inmobiliario, el predio "Renacer", en General Rodríguez, con estos dos individuos, que habían sido sus socios y amigos.

Los investigadores han centrado su atención en una casa demolida en el predio "Renacer" como posible escena del crimen. Recientes búsquedas en el lugar revelaron elementos clave, incluyendo una hoja de sierra tipo amoladora dentada, guantes de nitrilo, un clavo con manchas hemáticas y otras muestras que deberán ser analizadas para confirmar si corresponden a la sangre de Pérez Algaba.

Baños comparte su perplejidad ante los detalles del caso: "Esto parece digno de un cuento del Padre Brown. Vos te podés imaginar que alguien de alguna manera intente limpiar la escena del crimen, pero no que va a venir y se va a llevar la casa directamente."

La trama se complica aún más con hipótesis iniciales que abarcaban desde amenazas de barrabravas de Boca Juniors hasta personas que rodearon a Pérez Algaba en sus últimos momentos de vida. A medida que la investigación avanzó, dos hipótesis emergieron como las más sólidas, involucrando a los detenidos en el caso.

En la primera hipótesis, Baños sugiere que Flavia Lorena Bomrad (38), una gestora, habría llevado a Pérez Algaba a una trampa donde Pilepich y Vargas lo asesinaron. Según Baños, esta teoría se basa en la idea de que Pérez Algaba fue engañado y traicionado para caer en una celada mortal.

La segunda hipótesis involucra una deuda financiera de 150,000 dólares que Pérez Algaba exigía a Pilepich. Vargas, en su declaración indagatoria, había contado que "Maxi estaba enojado porque Fernando había agregado al Instagram a su hija de 13 años y le escribía y luego realizaba capturas de pantalla y se las enviaba a Maxi para provocarlo". Y que en la casa de Renacer, en General Rodríguez, Pilepich atacó por la espalda al empresario. "En la segunda habitación a la izquierda, la luz que había que cambiar estaba alta. Entonces Fernando, que era el más alto de los tres, toma una silla y se para en la silla para cambiar la luz", reveló. En ese momentó le efectuó dos disparos de arma de fuego por la espalda para quitarle la vida.

Los investigadores también tienen hipótesis sobre el rol del resto de los detenidos en la causa: para ellos, Matías Gil (28) y Fernando Carrizo (34) habrían ayudado con toda la logística que tenía que ver con trasladar el cuerpo de Pérez Algaba, mientras que Luis Contrera (38) fue el encargado de cortarlo, manipularlo, descuartizarlo, meterlo en la valija y en las bolsas y descartarlo en el Riachuelo. En tanto, Horacio Córdoba (48), comisario de la Policía de la Ciudad y que fuera desplazado a partir de este caso,  habría desviado la investigación, entregado celulares del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a los principales sospechosos y filtrado a la prensa los audios donde distintas personas, entre ellas Gustavo Iglesias -barra de Boca-, amenazaban por teléfono a la víctima.

Para el abogado, hubiese sido el "crimen perfecto" de no ser por cinco detalles:

1. "Fernando se iba el 19, la muerte ocurre entre el 18 y el 19. Él tenía pasaje para volverse a Barcelona. Si hubiera pasado esa fecha, era muy común que Fernando se fuera y que no hablara con los familiares o los amigos que se iba de viaje. Capaz que por tres o cuatro meses nadie hubiera preguntado por Fernando".

2. "Se olvidaron que estaba alquilando un departamento amueblado en Ituzaingó, entonces la primera que empezó a patalear fue la dueña, que dio aviso a la Policía y se inició una investigación por averiguación de paradero".

3. "Trataron de descartar el cuerpo en una parte del Riachuelo, pero en esa parte donde lo tiran hay un filtro de basura y hay una empresa que se dedica a recolectar esa basura para que después no se desborde el Riachuelo y no se inunden las zonas aledañas. Con lo cual ese dato, si vos no sos un baqueano o no sos un conocedor, no lo podés tener en cuenta".

4. "El error trivial de Contrera de dejar un documento viejo adentro de una mochila, esos documentos que tenés en tu casa que no sirven más y los dejás en cualquier lado. Adentro de unos bolsillos internos de una mochila había un DNI que llevó a los investigadores a la primera detención, la de Nicole Chamorro. Cuando van a la casa, porque siguen la pista de los documentos, Contrera dice 'no, esta valija se la robó Chamorro'. Era mentira, había sido él".

5. "También hubo un factor azaroso: un chico que tira una pelota, que cae al río y queda al lado de la bolsa con el cuerpo de Pérez Algaba".

Una de las valijas donde encontraron parte del cuerpo de Pérez Algaba.

A medida que se revelan más detalles en este inquietante caso, la especulación y el desconcierto aumentan. El dato de que Pilepich y Contrera ya habían compartido una causa del año 2004  por una banda de piratas del asfalto que se dedicaba a cortar y vender autopartes de vehículos robados, hace que Baños exprese su creencia de que "no es la primera vez que estos delincuentes matan a una persona, no tengo pruebas pero tampoco dudas".