Los chats que arruinaron la coartada de un camionero rodriguense condenado por transportar 5,8 toneladas de droga
El camionero Ricardo Javier Villar, oriundo de General Rodríguez, fue condenado a ocho años de prisión efectiva por el delito de transporte de estupefacientes. En septiembre de 2021, había sido detenido cuando fue descubierto con 7279 ladrillos de marihuana prensada (5,8 toneladas) ocultos en un semirremolque con más de 2600 varas de madera de pino que simulaban ser "la cuna". La carga la traía a nuestra ciudad.
El camionero fue atrapado por dos gendarmes en la ruta nacional 12, cerca de Montecarlo. Intentó engañar a los oficiales alegando un problema eléctrico en el camión, pero la perra entrenada para detectar drogas, llamada "Loana", reaccionó positivamente a la presencia de marihuana entre la carga.
Durante el juicio, admitió haber aceptado transportar la carga de marihuana por dinero. "Accedí a todo lo que me pidieron los gendarmes, tenía que poner el pecho como caballero, me habían ofrecido dinero para transportar la droga y yo dije que sí”, declaró ante el camarista integrante del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, Manuel Alberto Jesús Moreira.
La fiscal federal Vivian Andrea Barbosa reveló que el camionero contaba con un cómplice que se desempeñó como puntero del viaje con la droga y que fue descubierto por la ampliación de la investigación y será juzgado próximamente. Además, se descubrieron conversaciones en el celular secuestrado en las que Villar pedía a este cómplice que le armaran remitos falsos para la carga de varas de madera, lo que generó sospechas de que no era la primera vez que transportaba drogas.
Barbosa argumentó que Villar actuó con pleno conocimiento y que su acción tuvo graves consecuencias para la salud pública, ya que la carga de marihuana podría haberse convertido en 107 millones de dosis. La fiscal destacó que el narcotráfico es un flagelo y que el acusado no mostró arrepentimiento ni intentó eludir a la Justicia. La defensora oficial, Susana Beatriz Criado, reconoció la culpabilidad de su representado, pero solicitó el monto mínimo de la pena establecida por la ley: cuatro años, algo que finalmente no fue concedido.
"Villar actuó con dolo, con consciencia de acción. En la etapa de instrucción de la causa nada dijo sobre el hecho. Después aceptó lo sucedido como un error, pero no lo fue, fue un acto cometido con pleno conocimiento”, dijo Barbosa. Y cerró con contundencia: "Villar organizó todo, no le corresponde una pena menor".