"No preguntés": una nueva declaración complica más al principal acusado del crimen de Fernando Pérez Algaba
Uno de los detenidos por el asesinato del empresario Fernando Pérez Algaba, Matías Gil, ha negado cualquier relación con el crimen, pero admitió haber estado en el lugar donde se presume que ocurrió el homicidio. Gil afirmó que fue a pedido de su amigo Maximiliano Pilepich, uno de los principales imputados en el caso.
En una declaración espontánea ante el fiscal Marcelo Domínguez, Gil trató de desvincularse del crimen, asegurando que nunca estuvo involucrado en actividades delictivas y que solo está imputado en este caso por ser amigo y una especie de "mano derecha" de Pilepich.
Gil, al igual que los demás imputados, se encuentra detenido y acusado de "homicidio cuádruplemente agravado por el uso de arma, alevosía, codicia y el concurso premeditado de dos o más personas", un delito que conlleva la pena de prisión perpetua.
Pilepich es el único que aún no ha declarado en el marco de la causa. Debía presentarse el martes 5 de septiembre a indagatoria pero esta se suspendió dado que él dijo que estaba enfermo. Fuentes judiciales informaron que tiene diabetes y tendría algún problema de salud vinculado a eso. Se fijó una nueva fecha de audiencia y se espera que haga una declaración "extensa" ante el fiscal Domínguez el próximo lunes 11 de septiembre.
Leé también: Crimen de Fernando Pérez Algaba: la estrategia del principal acusado para refutar una prueba clave
Según la declaración de Gil, el día en que Pérez Algaba desapareció, él estaba jugando al pádel en San Miguel cuando recibió una llamada de Pilepich pidiéndole que se encontraran en una farmacia en el "Puente Gnecco". Una vez juntos, Pilepich le pidió que se dirigiera al predio Renacer en General Rodríguez, diciéndole que "todo estaba mal" y que lo esperara allí. Gil acudió al lugar alrededor de las 20:00 y se quedó hasta la medianoche.
"Me pide el teléfono y lo pone en modo avión. Me dice 'después te cuento'. No me sorprendió el pedido ya que nada solía ser 'muy normal' en la vida de Maximiliano", dijo el imputado, y recordó que entre los apodos que le pusieron a Pilepich era "película", porque "tenía secuencias que eran de película".
Leé también: Caso Fernando Pérez Algaba: los 4 errores que cometieron los asesinos y evitaron "el crimen perfecto"
Gil afirmó que esa noche no presenció nada relacionado con el crimen y que al día siguiente, Pilepich le pidió que fuera con Nahuel Vargas, otro de los principales sospechosos, a entregar una suma de dinero a Luis Alberto Contrera, a quien no conocía. Los investigadores sospechan que Contrera fue el encargado de deshacerse del cadáver de Fernando Pérez Algaba y arrojar los restos en un arroyo en Ingeniero Budge.
En relación a este viaje, Gil dijo que fue extraño ese viaje junto a Nahuel Vargas y que Pilepich estaba pálido y con la mirada desencajada. Cuando le preguntó qué le pasaba, le respondió: "No preguntes, me la mandé, no daba para más".
Gil concluyó su declaración afirmando: "Si es necesario aclarar, no maté a nadie. No vi a nadie matar a nadie. No planeé ninguna muerte. No tenía ninguna deuda con Fernando Pérez Algaba".
Además de Gil, Pilepich, Vargas y Contrera, también están detenidos Horacio Mariano Córdoba, comisario mayor de la Policía de la Ciudad, la gestora Flavia Lorena Bomrad y Fernando Gastón Carrizo, todos ellos implicados en el crimen de Pérez Algaba.
