En los últimos días varias personas graficiaron cómo se encuentran algunos de los palos que están colocados incluso en la zona de la plaza del barrio y advierten para evitar algún tipo de tragedia. Ya hubo episodios en los últimos años que involucraron a chicos.
Vecinos del barrio Bicentenario se mostraron preocupados en la última semana por el deteriorado estado en que se encuentran los postes de luz de la zona, entre ellos los de la Plaza Bicentenario pero también otros de cuadras cercanas. El mayor miedo pasa por la posibilidad de que algún niño toque los cables que se salen de los palos y tener que lamentar una situación mayor.
Hasta el momento no trascendieron reclamos en el Municipio pero sí destacaron que la falta de mantenimiento viene desde hace tiempo. Muchos de ellos se encuentran sin las tapas correspondientes, oxidados y con los cables totalmente afuera del poste, lo que deja al alcance de que cualquier persona pueda tocarlos de forma involuntaria desconociéndose las causas que eso traería.
Cabe destacar que a comienzos de este año, en la noche del viernes 27 de enero, en una parada de colectivos de La Perlita de la avenida Bernardo de Irigoyen un nene tocó cables pelados de un poste de luminaria que no tenía tapa. Su madre dio a conocer en ese entonces la situación en las redes sociales y contó que "esperando el colectivo con mi familia, bajé a mi nene de un año y medio y en cuestión de segundos se acercó a un poste y metió la mano y le dio electricidad. Gracias a Dios lo soltó solo le quemó el dedito pero el gran susto que nos pegamos aún lo tenemos. El bebé no paraba de llorar fue muy feo".
A su vez, años atrás, el miércoles 20 de octubre de 2021, afuera de la Escuela Primaria N°10 ubicada en las calles José Hernández y Encina, un nene de 6 años recibió una descarga eléctrica al tocar un poste de luz. Su mamá fue a buscar a sus cuatro hijos al colegio y cuando ya habían salido todos, uno de ellos, Lautaro (6), salió corriendo, entre juegos, y tocó el poste. "Escuché un grito y me acerqué a él, tenía los dedos chamuscados y respiraba agitado. Una mamá me dijo que lo vio cómo que el poste le había dado corriente y había hecho chispas, y otra dijo que lo había expulsado para atrás. A mi nene le faltaba una zapatilla. Había volado. Estaba muy asustado", contó.
Lo llevó al Hospital Vicente López donde le hicieron estudios y pudo estar a salvo a la brevedad aunque le quedaron los dedos chamuscados como vestigio de un episodio que podría haber sido una tragedia.