La causa por el crimen de Fernando Pérez Algaba podría pasar a la justicia de General Rodríguez
La causa por la muerte del empresario de 41 años podría pasar a General Rodríguez, debido a las pistas clave que conducen su homicidio al terreno ubicado en nuestro distrito.
La desaparición de Fernando Pérez Algaba fue denunciada el 19 de julio por la dueña de un departamento que la víctima había alquilado de manera temporal en el partido de Ituzaingó, quien, al no tener noticias suyas, se presentó en una comisaría para radicar un pedido de averiguación de paradero.
Mientras que sus restos descuartizados fueron encontrados entre el 22 y el 24 de julio en un arroyo en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.
Por el crimen hay 7 detenidos: Maximiliano Ezequiel Pilepich (45) y Nahuel Sebastián Vargas (43), identificados como presuntos autores materiales del hecho, Flavia Lorena Bomrad (38), Matías Gil (28), Fernando Carrizo (34), Luis Contreras (38) y Horacio Mariano Córdoba. Los cuales siguen detenidos e imputados por "Homicidio cuádruplemente agravado por el empleo de arma de fuego, por concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía, por placer y codicia".
En las últimas horas, se supo que si queda firme el fallo de prisión preventiva para los acusados, dictado por el juez de Garantías N.º 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos, la causa podría pasar a la jurisdicción de General Rodríguez, donde se presume que habrían asesinado al empresario.
"Seguro que va a ir a General Rodríguez, porque incluso en las prisiones preventivas, en las descripciones del hecho, el homicidio se produjo ahí, por lo cual, no hay ninguna forma de que continúe por mucho más tiempo en Lomas de Zamora", informaron fuentes oficiales a medios nacionales.
También, en las últimas horas, Monelos, afirmó que "existía una empresa criminal previa entre Pilepich, Vargas, Gil, Contreras, Córdoba y Carrizo” y que "cada uno formaba parte de un eslabón más en el plan urdido que tuvo por propósito ultimar a Pérez Algaba para cesar con sus reclamos dinerarios, acreencias e intimidaciones".
Además, señaló que se pusieron de acuerdo en "cooperar activamente en deshacerse del cuerpo y los rastros del homicidio, aportando para ello tecnología, asesoramiento, experticia, apoyo, logística, mano de obra, movilidad e incluso el marco territorial". Es, en este momento, en que entraría al caso Horacio Mariano Córdoba, quien hasta hace poco era comisario de la Subsecretaría de Tecnología e informática de la Policía de la Ciudad y quien les habría facilitado el camino para deshacerse de las evidencias.
Para la investigación, se tuvieron en cuenta: registros de cámaras de seguridad, el impacto en las antenas de los llamados telefónicos de los implicados y los mensajes de texto que hubo entre los sospechosos y la víctima antes del crimen.
¿Por qué todo apunta a que el crimen ocurrió en General Rodríguez?
De acuerdo a la investigación, la última ubicación del celular de Pérez Algaba en modo activo ocurrió en nuestra ciudad el 18 de julio.
Las pistas, condujeron hacia el loteo del country "Renacer", donde había una casa construida y, de la cual solo se encontraron escombros. Se cree que los involucrados demolieron el lugar para hacer desaparecer los rastros del posible homicidio.
Además, según la declaración de Pilepich y Vargas, los principales acusados, el empresario fue hasta aquel terreno a buscar el dinero que le debían y cuando ellos se fueron, Algaba se quedó solo con el dinero en una valija y esperando a alguien que iría a buscarlo.
Septiembre de indagatorias y acusaciones cruzadas:
Tras realizar peritajes y rastrillajes en la zona del country "Renacer", se encontraron una hoja de sierra, guantes de nitrilo y un clavo con manchas hemáticas que se dispusieron a análisis para comprobar si el ADN correspondía al empresario.
Tras unir los puntos con las últimas personas con las que estuvo, comenzaron las llamadas a indagatorias de los principales sospechosos, sus ex socios, Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas.
Cuando Pilepich asistió a declarar, responsabilizó del acto a Vargas, y relató que cuando lo vio estaba "desencajado con una pistola en la mano" y lo escuchó decir "este hijo de puta no daba para más".
Por otro lado, cuando Vargas fue llamado a declarar, acusó a Pilepich de cometer el acto e incluso mencionó el nombre de otra persona responsable de descuartizar el cuerpo.
Más allá de la participación de los principales sospechosos, se hizo pública la declaración de Matías Gil, otro de los acusados, quien se desvinculó del crimen, aunque admitió encontrarse en el lugar de los hechos.
Según sus dichos, el día en que Pérez Algaba desapareció, estaba en San Miguel cuando recibió una llamada de Pilepich pidiéndole que se encontraran en una farmacia en el "Puente Gnecco". Allí, el principal acusado le pidió que se dirigiera al predio Renacer en General Rodríguez, diciéndole que "todo estaba mal" y que lo esperara allí.
Gil afirmó que si bien esa noche no presenció nada relacionado con el crimen, durante ese viaje, en el que también estaba Vargas, Pilepich "estaba pálido y con la mirada desencajada" y que cuando le preguntó qué ocurría, le respondió: "No preguntes, me la mandé, no daba para más".
La charla, durante el camino, también incluía un pedido, que al día siguiente, fuera con Vargas a entregarle una suma de dinero a Luis Alberto Contreras, otro de los sospechosos en la causa.