El dolor del padre de Rocío Cuchiarelli: el conductor que la mató quiere que revoquen la condena que ya había aceptado

Néstor Cuchiarelli, el padre de la joven de 22 años que falleciera en julio de 2022 días después de ser embestida por un Fiat Duna manejado por Alexis Onorato, se hizo presente en el ciclo "Contame la posta" y manifestó su disgusto por la posibilidad de que se reabra el caso.

A 16 meses de la tragedia vial que se llevó la vida de Rocío Cuchiarelli, una joven de 22 años que cruzaba la Ruta 7 con dos amigos para ir al cine, mucha agua ha corrido bajo el puente. Para empezar, a mediados de septiembre de este año, Alexis Onorato, el conductor del Fiat Duna color blanco que la atropelló, firmó el juicio abreviado y le dictaron la condena: 3 años y 6 meses de prisión con cumplimiento efectivo y 7 años de inhabilitación para conducir vehiculos.

No hubo juicio alguno en ese momento y ahora el joven de 25 años, que recientemente cambió de abogado, pidió que el juicio se lleve a cabo, con la finalidad última de poder conseguir un fallo mejor. 

Invitado a los estudios de La Posta Noticias, quien se refirió a las últimas novedades de una causa que parecía cerrarse y ahora se reabre, es Néstor Cuchiarelli, el padre de Rocío. 

VER EL PROGRAMA COMPLETO CON LA ENTREVISTA: https://www.lapostanoticias.com.ar/podcast/contame-la-posta

"Acá hay un poco de todo. Onorato tenía en principio un abogado particular. Todo comienza con audiencias, en las cuales no se presentó a ninguna de las audiencias, se fueron dilatando, pasando meses... En la última el juez determinó directamente retirar al abogado de la causa porque no cumplía los tiempos judiciales. Entonces le dio la opción de poner otro abogado particular o el Estado le otorgaba uno. Terminaron poniéndole un abogado del Estado, que leyó la causa y cuando dieron la fecha de la nueva audiencia, aún no estaba en pleno conocimiento de la causa. Le dieron un tiempo más, y la fecha de juicio fue para el 19 y 20 de septiembre. Así que tenía tiempo para leer la causa e informarse", arrancó comentando Néstor. 

No obstante, mencionó que "diez días antes de llegar al juicio, donde uno ya estaba con la ansiedad de poner un cierre a esto, la abogada nuestra me informa que Onorato había decidido aceptar la condena que había pedido la fiscalía, por lo tanto se hacía un juicio abreviado y que iba a ir a prisión. Se descontaba el año que había estado en prisión domiciliaria".       

Onorato ya había sido noticia en 2018, cuando había protagonizado otro fuerte choque a un Uber, también en Ruta 7 pero cerca del ingreso al barrio Altos del Oeste. En una entrevista anterior con La Posta Noticias, la familia de Rocío había advertido que se trata de un joven que ya había registrado maniobras imprudentes al volante antes de la tragedia. Incluso habían mencionado que, según supieron en la investigación, la noche que atropelló y mató a la joven se encontraba "fuera de sus cabales" y venía cometiendo imprudencias en otras zonas producto de su desborde emocional. 

La muerte de Rocío fue caratulada como "Homicidio Culposo", una figura que en Argentina es muy recurrente y tiene una pena de 2 a 6 años de prisión, además de excarcelable y con la posibilidad de cumplimiento efectivo en el domicilio. 

Para Néstor, más allá del dolor en sí por la pérdida de su hija, la condena era insuficiente hasta desde el punto de vista legal: "no es porque lo digo yo. Hay cosas que se caen solas de la coherencia. A nivel país hay una tendencia, no sé ahora que cambian los vientos de la política, a que los culpables no vayan presos, que la condena la podés pasar en tu casa, cosas así... La cuestión que me dijo la abogada que ahora desiste de lo que anteriormente había aceptado, que puso dos abogados particulares nuevamente y que van a ir a juicio", expresó. 

El problema también radicaría en los tiempos, ya que el juicio tendría fecha recién para el 7 y 8 de mayo de 2024. "Ya van a ser dos años del hecho para esa fecha, y después hay que ver qué condena se logra. En base a esa condena, que todavía le voy a poner un granito de fe a la Justicia, hay que descontarle los casi dos años que pasó con la tobillera electrónica en su casa", relató visiblemente ofuscado durante el streaming de La Posta. 

"Yo vengo de una época donde el que las hacía, las pagaba. Hasta en la escuela", comparó Néstor Cuchiarelli. Y agregó: "la mayoría de las personas tienen un vehículo. Hay una ley (18.412) que obliga a pagar un seguro, la VTV (Verificación Técnica Vehicular) también es obligatoria. Una persona que no respetó ni leyes ni normas de tránsito, límites de velocidad, conducir con prudencia, semáforos en rojo y mucho menos la vida ajena. O sea que estamos viendo cuándo hacemos el juicio y si va a ir preso o no".   

Lejos de conseguir una reducción en su condena, para el papá de Rocío "podría sacarla peor. Estas son las cosas raras de la Justicia. Acá hay una persona que perdió la vida. Mi hija tenía 22 años, 4 años de carrera en Psicología de la UBA, se iba a las 4 de la mañana y volvía a las 6 de la tarde, se había hecho 5 cursos mientras estudiaba la carrera. Era un bocho. Este año iba a terminar su carrera. Sus carpetas eran de 9 y 10. Para qué. Si no respetamos normas y leyes, entonces ¿están para los giles? Los otros quedan como que son los vivos, los piolas, los cancheros, total no pasa nada".   

Ante la estrategia de dilatar el juicio y conseguir en todo caso una pena morigerada, se preguntó: "¿a mí quién me paga la vida de mi hija? Para un padre y una madre no hay plata en el mundo que le pague la vida de una hija o un hijo. Ahora mi seguro automotor dice que la vida de un peatón ante un accidente vale 30 millones de pesos. Yo quiero saber una cosa: ¿cuál es el castigo para una persona que terminó con la vida de una inocente?".   

La noche de la fatalidad

El lunes 11 de julio de 2022 Rocío Cucchiarelli, de 22 años, iba camino al cine con dos amigos. Estudiosa y responsable, tal como siempre la describen quienes la quisieron, estaba cruzando la traza de la Ruta 7 a la altura de la parada Los Abuelitos cuando un auto la impactó, la levantó por el aire y se fue a toda velocidad.  

Eran alrededor de las 21 hs cuando la joven quedó herida en la calle sin que el conductor se detuviera a asistirla. Estaba desmayada, había perdido mucha sangre producto del impacto y tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital Vicente López. 

Allí se le realizaron algunas operaciones para tratar de estabilizarla y permaneció internada durante 12 días hasta que su cuerpo dijo basta. Rocío lo intentó y al comienzo mostraba pequeños signos de mejoría, pero el golpe en la cabeza le provocó daños irreversibles en su cerebro. En la mañana del sábado 23 de julio, nuestro medio se hizo eco de la más triste de las noticias, cuando su familia confirmó el fallecimiento.

Quien estaba al volante era Alexis Onorato, que nunca se detuvo a asistirla. Un testigo logró divisar la patente del vehículo, que fue encontrado al día siguiente del hecho, el 12 de julio. Y en esa misma jornada, Onorato decidió entregarse y presentarse en la DDI para ponerse a disposición de la Justicia.

Tal cual lo dicho, según el padre de la víctima, en la noche de la tragedia, el joven de 25 años no se encontraba 'lúcido', psicológicamente hablando, ya que de acuerdo a sus propias declaraciones, "su mujer le habría sido infiel horas antes" y eso "le rompió el alma y el corazón". "Además habría discutido con su cónyuge y ésta lo habría amenazado con no dejarlo ver al hijo", contó Néstor. 

"Onorato era una persona herida. Y herida de muerte. Pero en el amor propio, en el orgullo, en la dignidad, en el ego. Con ese día de furia y con esa bronca entró a la avenida conduciendo de forma temeraria, como dijo una testigo que se sintió atormentada y asustada. A tal punto que no sabía qué hacer, simplemente optó por tirarse a un costado y pasó a toda velocidad casi rozándola", describió Néstor.  

"Yo creo que Onorato tenía un día de furia y en ese momento, en esos segundos le salió el asesino de adentro. Todos tenemos nuestros días de furia, de bronca, pero si todos salimos a tirarle la bronca a los demás qué mundo sería éste", indicó. 

Asimismo, aseveró que "hay algo que yo como padre, y cualquiera lo hubiera hecho, cuando me avisaron a mí, ya la ambulancia iba hasta el hospital, así que nos íbamos comunicando con los amigos. Cuando llegamos a la sala de urgencias, les pido que me cuenten cómo había pasado todo y me dice Ludmila Centurión que fue la que salvó su vida de milagro, que sintió un viento o algo que le rozó la espalda. Yo le dije que ese es el viento de la muerte, porque salvó su vida al no ser su hora pero mi hija no tuvo la misma suerte".

Cuando le consultó a la amiga de Rocío si el conductor había intentado esquivarlos o frenar, "más bien vi que nos tiró el auto encima, me dijo Ludmila. Después siguió su loca carrera mientras que un civil lo persiguió prácticamente por tres kilómetros. Se le perdió en la Avenida Balbín yendo como para su casa, pero iba con la esposa y le sacaron fotos al vehículo. A las 23 hs la policía ya tenía la patente del auto. Lo fueron a buscar 20 horas después. Eso me lo dijo la fiscal", refirió Néstor Cuchiarelli. 

Esa demora impidió que se pudiera comprobar si, por ejemplo, el conductor estaba bajo los efectos de alguna sustancia: "yo prefiero que estuviera fresco. Porque en el transcurso de su recorrido casi causa otro accidente con otro vehículo que alcanzó a esquivar. Fijate que esquivó todo y a todos. Menos a las dos peatones. Ludmila salvó su vida porque estaba un poquito más a la derecha y un paso más", aseguró.

Por último, sobre el sentimiento familiar acerca de la reapertura del proceso y la nueva instancia, definió: "a mi esposa, esto la destruyó nuevamente. No es una persona que haya tenido problemas de salud, sino que los está teniendo ahora. A nosotros se nos arruinó la vida completamente. A mí el espejo me cuenta todos los días, si yo miro una foto mía de dos años atrás. Yo tengo a mi esposa, y tengo la compañera que tuve desde hace 30 años, pero la mujer que yo tenía desapareció. ¿Quién me paga todo ese daño? Y no hablo económicamente. A mi hija no me la devuelve nadie".