El Gobierno bonaerense logró la mayoría en las dos cámaras legislativas para aprobar el endeudamiento y la ley fiscal impositiva. Fue clave la promesa de nuevos ingresos a los mandatarios de cada distrito.
En la última semana, se habló mucho del endeudamiento que iba a tomar el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, equivalente a $1.800 millones de dólares. Para eso necesitaba que dos tercios de la Cámara de Diputados y Senadores den el visto bueno a ese proyecto, cosa que sucedió en un clima de mucha negociación a altas horas de la noche entre todos los partidos políticos presentes.
El gobernador Axel Kicillof consiguió el apoyo del bloque de la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el PRO. Por su parte, La Libertad Avanza y la Izquierda no acompañaron esta iniciativa, pero no llegaron a hacer frente en los números. Además, el proyecto enviado por el Ejecutivo para tratar la ley fiscal impositiva también tuvo aprobación, ya que el oficialismo, a la mayoría simple con la que ya cuenta, sumó los votos de la oposición.
El principal factor para que esto ocurra fue darles a cambio a todos los intendentes bonaerenses un nuevo fondo de "fortalecimiento fiscal municipal" de $116.000 millones de pesos. Será distribuido con base en el Coeficiente Único de Distribución (CUD) y se abonará de manera bimestral. Se estima que el primer pago sea en febrero de 2024 y que a medida que avancen se actualicen por la inflación con un tope de 200%.
La sesión, que empezó luego de las 22 horas, tenía en la previa una cierta tensión porque la oposición le reclamaba al gobierno de la provincia que pague lo adeudado a los municipios. En varias ciudades gobernadas por la UCR, la deuda oscilaba en $1.350 millones de pesos en conceptos de obras, IOMA e IPS, entre algunos aspectos. Fue así que instantes previos la plata se depositó en las cuentas de cada distrito y los legisladores bajaron a las cámaras para dar quórum. A su vez, las deudas que esos municipios tienen con el gobierno bonaerense se prorrogó hasta 2025.
Entre las reuniones sobresalientes estuvieron presentes, Juan Pablo de Jesús (por el lado del oficialismo) junto a los ministros de Hacienda, Pablo López y la oposición que pedían que el tope de la suba de impuestos sea reducido. Ahí apareció también Facundo Tignarelli, presidente del bloque de Unión por la Patria en Diputados, quien junto a Rubén Eslaiman y Alexis Guerrera mantuvieron las negociaciones.
Hubo varios tires y aflojes por la ley fiscal impositiva que tenía en su origen una suba de hasta el 300% cuando se trataba de inmuebles cuya base imponible sea superior a $31.465.000 y hasta $121.800.000 inclusive; cuando superara a $121.800.000 el pago se generaría a través de una fórmula específica. La oposición se plantó y dijo que el tope quede en 200% y desde el Gobierno dijeron que aceptaban, pero menos que eso no se iba a bajar. Finalmente hubo aprobación.