Las redes y la desesperación, terreno cada vez más fértil para delincuentes oportunistas

Muchas son las modalidades de robo y estafas que han proliferado en los últimos años gracias al exponencial crecimiento de la virtualidad. Desde un vehículo robado hasta una mascota perdida, todo es objeto "de negocio"; y en General Rodríguez viene sucediendo cada vez con más frecuencia    

Las redes sociales son un aspecto de la vida moderna que ha llegado para quedarse. Hoy en día, es extremadamente raro encontrarse a una persona que no tenga un perfil en al menos una de las plataformas más conocidas de este tipo: Facebook, Instagram, o Twitter forman parte fundamental de la manera en la que muchos individuos entienden el mundo. Y hasta WhatsApp, si lo entendemos más allá de un mero servicio de mensajería. 

Ahora bien, así como las redes nos permiten "viajar" a cualquier parte del mundo, entablar relaciones con gente de todos los rincones del planeta, trabajar a cientos kilómetros de nuestro hogar y abrir nuestra mente a otras realidades, también tienen su lado oscuro.  

Y no estamos refiriéndonos al impacto psicológico que puedan tener en los usuarios, ni a su comprobada alta adicción, sino más bien a un "mercado negro" que está cada vez más latente: el de las extorsiones. 

Extorsión a cambio de recuperar una mascota. Extorsión a cambio de recuperar un vehículo. O simplemente extorsión a cambio de información.

Un caso testigo 

No es poca la gente que viene quejándose de esta modalidad en las redes sociales, especialmente quienes han denunciado públicamente el robo de un auto, la pérdida de un perro o gato, y con desesperación claman por encontrarlo. 

El modus operandi es básico: ante una publicación de aquello extraviado o robado, solicitando la difusión del caso, con la foto correspondiente y con los datos de contacto correspondientes, son muchos los usuarios que inmediatamente se solidarizan replicándolo en sus cuentas personales.

Sin embargo, la angustia y la ansiedad se convierten en un caldo de cultivo perfecto para los oportunistas. Con un nombre falso, o más bien un perfil enteramente falso, exigen una suma de dinero a cambio de información sobre el paradero de su vehículo o mascota. O, peor aún, intentan coordinar un punto de encuentro pidiendo plata por adelantado.   

Un caso particular, y que perfectamente puede resumir esta cuestión, se suscitó hace algunos días en el grupo de Facebook Esta Semana En La Posta, perteneciente a nuestro medio, donde los seguidores pueden compartir desde eventos solidarios hasta sus mascotas perdidas. 

Un vecino rodriguense describió lo que le sucedió el domingo 7 de enero por la mañana, ya que fue víctima de esta maniobra en su afán de recuperar a su perrito Arthur: "recibo el llamado de una persona diciéndome que tenía mi perro, que se lo habían vendido, a lo cual le respondo que no hay problema, que si era mi perro yo le devolvía el dinero. Dialogando con este señor me dice que estaba mal, que no comía y no le servía quedárselo. A todo esto le digo que no había problema, que iba a buscar a mi perro y le llevaba los 20 mil que había pagado".   

Fue allí que la cosa comenzó a ponerse sospechosa cuando "me dijo que tenía camioneta y me lo alcanzaba a un punto de encuentro, con la condición que le transfiera la plata antes. A todo esto obviamente no le pasé nada, y terminé la conversación, ya que me estaban extorsionando".    

El hombre mostró su bronca e impotencia porque, según él, "ya no me sorprende como la gente se aprovecha de la situación del prójimo. Así está la sociedad... No voy a bajar los brazos tan fácil. No pierdo la esperanza porque sé que mi Arthur está desesperado igual que yo...".

La denuncia ante todo 

Desde las fiscalías, la respuesta sigue siendo la misma: la importancia de denunciar cualquier tipo de ilícito, sea robos, amenazas, o extorsiones. Y en el caso de estas maniobras con perfiles truchos de Facebook o Instagram, también corre lo mismo. 

De modo contrario, según aseguran, sin denuncia de por medio, no pueden interceder ni proceder a investigar lo ocurrido.  

Algo que numerosas veces lo hemos remarcado desde La Posta a la hora de tener que informar algún hecho delictivo: lamentablemente no puede ser publicado sin su denuncia correspondiente.