De Mendoza a Ushuaia: la travesía de un viajero rodriguense que cumplió un sueño personal
A sus 29 años, Sebastián Frettes, se dio el gusto de recorrer buena parte del país en moto en las últimas semanas. Oriundo del barrio Villa Vengochea pero viviendo en la provincia de Mendoza desde hace 8 años, estuvo en 'Contame La Posta' donde describió sus sensaciones acerca de este viaje aventurero
"Tenía la loca idea de agarrar la moto para recorrer el país", comenzó diciendo Sebastián Frettes durante la entrevista en el streaming de La Posta Noticias.
Esa frase perfectamente puede resumir lo que llevó a este joven nacido en el barrio de Villa Vengochea a encarar una aventura a bordo de su moto desde la provincia de Mendoza hasta la ciudad de Ushuaia.
Viviendo desde hace unos 8 años en la ciudad de Guaymallén en suelo cuyano, relató que "la idea la vine pensando hace 2 años, y desde el año pasado que la quería concretar. No te podés tirar a la pileta de una, sino que tenés que ir con tus herramientas, calcular el tiempo que tenés para viajar, saber qué localidades vas a visitar".
Asimismo contó que el viaje "lo hice en 20 días. Fueron 12 días hasta llegar a Ushuaia, y el resto de vuelta hasta acá".
El recorrido fue Mendoza-Neuquén; Neuquén-El Bolsón; El Bolsón-Gobernador Gregores; Gobernador Gregores-El Calafate; El Calafate-Río Gallegos; "y al día siguiente de Río Gallegos pasaría a Ushuaia, pero hubo un temporal por lo que tuve que esperar hasta el otro día, descansé en Río Grande y de Río Grande finalmente llegué a Ushuaia", agregó.
Frettes indicó que fue todo "un conocimiento nuevo de la ruta" y hubo tramos donde "la ruta era un colchón de ripio o estaba en mal estado, por lo que fue una lucha y lo hice en muchas horas".
No obstante, mencionó que, por las dudas, "salí con mi kit de herramientas, por si había que hacer cambio de aceite, cambio del líquido de frenos, de todo un poco, pero nunca alcanza porque obviamente tendrías que llevarte todo arriba de la moto y no se puede. Pero más o menos fui con lo que más pensaba que iba a necesitar y hasta ahora no he tenido ningún inconveniente".
En otro tramo de la charla por 'Contame La Posta', tampoco quiso dejar de hacer hincapié en la hospitalidad de la gente "pero también de los viajeros. Hay mucha gente de otros países o del mismo país que tienen otra mentalidad, vienen a recorrer y son muy bien recibidos en los campings. Es más, he conocido gente en la ruta que después me ha alojado en sus casas".
Y comparó respecto a Buenos Aires: "es algo que está muy instalado en el Interior. Hay ciudades en las que salís y podés estar tranquilo, las ciudades chicas que están en provincias son las más tranquilas, por ejemplo no es lo mismo el centro de Mendoza que Gobernador Gregores (Santa Cruz) que es una ciudad que tiene 8 cuadras como mucho y nada más".
Su antecedente "haciendo cumbre"
Esta experiencia de Sebastián no fue casualidad, ya que hace 2 años, exactamente el 15 de enero de 2022 hizo cumbre nada menos que en el cerro Aconcagua, a 6.961 metros sobre el nivel del mar.
Si bien era una meta personal y un desafío, la iniciativa de subir el pico más alto de América y de todo Occidente, surgió de la unidad a la que pertenece en el Ejército: la Compañía de Comunicaciones de Montaña N°8.
"El Ejército tiene sus actividades como son el reconocimiento de la montaña, el reconocimiento en el ambiente geográfico particular en el cual nosotros hacemos actividades, y una de esas actividades es subir a los cerros. Pero vamos haciendo diferentes etapas, y así llegamos al Aconcagua donde tuvimos muchas complicaciones, principalmente por algunas regulaciones del Covid, y después las mismas complicaciones que tiene la montaña como el clima porque hay viento, hay lluvia, hay nevada", aseguró.
Vale destacar que ya había hecho tres cerros anteriormente, todos del cordón montañoso de Mendoza: el Adolfo Calle (4.296 metros), El Plata (5.956 metros) y el Stepanek (4.180 metros).
En cuanto a los factores climáticos, destacó que lo más difícil de sobrellevar siempre en estas actividades "es el viento, que a uno lo cansa constantemente. Además es frío, y una temperatura promedio de 10 grados te la baja a 0 grados. Al no tener un reparo, el viento y el frío se empiezan a sumar. Encima por las condiciones nuestras de lo que es el pensamiento, no es lo mismo acá que allá arriba con poca oxigenación, cansancio, un poco de deshidratación".
Sin embargo, no lo dudó: "es una experiencia muy bonita que ojalá fuera accesible para todos, pero obviamente por costos y por la misma resistencia del cuerpo no siempre se puede. Pero es un lugar muy lindo que tiene nuestro país y haberlo visto es hermoso".
Finalizó la charla diciendo que a futuro "me gustaría conocer lo más posible de nuestro país, que es muy lindo y hay que aprovecharlo. Conocer el país en la medida que pueda hacerlo. No tengo un objetivo puntual adonde ir, pero sí me gustaría seguir viajando".