Química, hidroponía, arte y política: la otra vida del ex intendente Carlos Arano
En diálogo con "Contame La Posta", Karina Arano, hija del ex jefe comunal recientemente fallecido describió vida y obra de su padre. Pero, principalmente, destacó sus cualidades como ser humano y lo recordó con sentidas palabras
Gran conmoción causó en General Rodríguez el fallecimiento del ex intendente Carlos Arano, máximo mandatario a nivel local entre los años 1981 y 1983. Pese a las controversias políticas por su paso por la gestión en los años finales de la dictadura, supo ganarse el aprecio de una gran cantidad de vecinos rodriguenses.
Durante su gestión, hubo muchas acciones para destacar, como a nivel educativo la inauguración del Jardín 904 del barrio Dávila; la inauguración del Jardín de La Fraternidad; la inauguración del Colegio Nacional en las calles Alem e Italia; se cedió el terreno de las calles Belgrano y 9 de Julio para la construcción de la secundaria del Instituto Martín Rodríguez; y la creación de un Centro Educativo para Adultos.
A nivel infraestructura y obras públicas, se extendió en 64 cuadras la red de gas natural; se pavimentó la calle Trueba; y se comenzaron las obras del Polideportivo donde se encuentra emplazado hoy en las calles Alem y 25 de Mayo.
También durante su período al frente del Ejecutivo municipal, se creó la Agencia Local de PAMI en el espacio del ex Hospital María Irigoyen, lugar reacondicionado y cedido por el Hospital Vicente López tras su pedido; precisamente cerró el Hospital Irigoyen para que funcionara allí la secretaría de Acción Social; y se inauguró la Casa de la Cultura.
De la química a la política
Arano había nacido en la Ciudad de Buenos Aires el 27 de septiembre de 1933 y se había radicado en General Rodríguez en 1970. Químico egresado de la Universidad de Buenos Aires en 1960, había vivido en Estados Unidos para perfeccionarse en su profesión y había vuelto en 1969. Ejerció como profesor en el Instituto Martín Rodríguez y fue jefe de laboratorio en la industria Fademac S.A.
Comprometido con la comunidad y los problemas vecinales, decidió en 1973 participar de la campaña política de la Alianza Popular Federalista como candidato a intendente, sin resignar su militancia desde la juventud por el Partido Demócrata Progresista.
Durante la última dictadura militar, la administración del General Gallino en la provincia de Buenos Aires lo nombró intendente municipal de General Rodríguez el 8 de junio de 1981. Terminado el Proceso, en 1985 fue candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires por el Partido Demócrata Progresista.
En 1987 se postuló como candidato a primer concejal por la Alianza localista "Agro" y en las de 1991 fue candidato a intendente por el Partido Demócrata Progresista nuevamente.
En 1993 participó de la fundación de la Unión Vecinal Rodríguez y en 1994 renunció al Partido Demócrata Progresista por diferencias partidarias. Estuvo alejado de la política hasta diciembre de 2001, cuando decidió apoyar las ideas de la diputada Elisa Carrió, fundadora del movimiento ARI.
En otros órdenes de su vida, se dedicó al asesoramiento profesional en su especialidad en empresas dedicadas a la actividad industrial y publicó un libro titulado "Forraje Verde Hidropónico". Además, fue el creador de los Septiembres Corales y gestor de varias escuelas secundarias e institutos en la ciudad como el Colegio Nacional, el Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) para adultos y el Centro de Educación Terciaria.
El recuerdo de su hija
En su vida personal, contrajo matrimonio con Carmen Elvira Álvarez y tuvo tres hijos: Carlos Leandro, Julio Alejandro y Karina Inés Arano.
Precisamente Karina habló en el último episodio de "Contame La Posta", donde no solamente describió todo lo que hizo su padre, sino también lo definió a nivel humano y desde su propia perspectiva.
"Yo en realidad padecí que mi papá fuera intendente, porque todos mis méritos eran porque mi papá era intendente. Después padecí que toda la gente te traiga sus hijos porque querían ser sus amigos, y esas cosas me molestaban mucho", expresó.
Y contó una anécdota que lo pintaba de cuerpo entero: "una vez fui con su secretaria y le pedí dos lápices de dibujo, y cuando se enteró que había ido a la Municipalidad y me había traído dos lápices, me los hizo ir a devolver, que fue muy vergonzoso para mí".
Si bien Carlos Arano era un civil, hubo sectores del ámbito peronista y de izquierda que lo condenaron por su rol como intendente durante la dictadura. En líneas generales, su gestión no tuvo otras polémicas que se destaquen y de hecho tuvo acompañamiento de mucha gente, incluso posterior a su salida. Al punto que incluso algunos vecinos afines a esos sectores lo han recordado con mucho respeto.
Respecto a las opiniones controvertidas en torno a su figura, por haber sido intendente durante el último gobierno de facto, la mujer fue tajante: "yo detesto la política, mi papá la amaba. Desde mi punto de vista, hay gente que se inmola hacia un espacio. Los que hablan ni lo conocieron a mi papá. Acá en Rodríguez durante su gestión no hubo ningún desaparecido, no hubo nada raro. Mi papá era civil, no era militar".
Asimismo, agregó que "hubo un solo comentario de ese estilo, y 150 ó 200 mensajes de amor y buenos recuerdos. Nosotros estamos muy tranquilos y en paz sobre quién fue mi papá, de lo honesto que fue, perseverante, estudioso, preparado, autodidacta. Pero mi papá nos dijo antes de morir, que si hablaban mal de él, que no contestemos".
"Mi papá decía lo que pensaba, entonces lo atacaban y eso molesta porque le estás marcando el error al otro. Pasa que fue el último de la dictadura, pegado a la democracia. Son las reglas del juego", dijo.
Un adelantado
"Acá en Argentina fue uno de los pioneros en la hidroponía, escribió un libro, dio conferencias por todas partes del mundo. De hecho trabajó en Emiratos Árabes que un jeque lo llamó para asesorarlo. Después fue por Holanda. Tuvo una vida muy rica, con muchas anécdotas y muchas cosas lindas", indicó Karina.
"Él a los 14 años hacía hongos en el sótano de un amigo en Capital. Tuvo cultivo de hongos comestibles acá en Rodríguez, y vivimos muchos años del cultivo de hongos. Fue una especie de adelantado al tiempo siempre", añadió.
Su legado personal
"Mi papá siempre me dijo que el mejor capital que podía tener es una buena educación. Porque eso no me lo podía sacar nadie en la vida. Siempre me dijo que había que estudiar, aunque no llegara a tener un título. Para él era muy importante la educación, por eso creo que hizo muchas cosas por la educación. De hecho muchos alumnos me hablaron muy bien de mi papá como profesor", aseveró su hija en el streaming de La Posta Noticias.
A la vez que explicó: "mi papá siempre fue un hombre que quiso la verdad, por más dura que fuera. Cuando le diagnosticaron el cáncer, le dije que se iba a morir y me agradeció por decírselo. Teníamos todo hablado, fue muy prolijo, dejó todo en orden. Él era así, y así murió. Estuvo lúcido hasta último momento".
No obstante, en lo que hace al ámbito político, mencionó que "no me interesa decir que mi papá hizo esto, creó lo otro. Seguramente hubiera hecho todavía más cosas por la educación y la salud, que eran dos de sus prioridades. Pero hizo lo que tenía que hacer en su momento como funcionario público. Era un trabajo que a él le gustaba porque le gustaba la política".
Abuelo dedicado
"Fue un abuelo dedicado, juguetón, que les enseñó química a todos mientras pudo cuando no entendían. También a otros pintura. Vos querías aprender algo y él te enseñaba, vos querías armar algo y él te ayudaba, si tenías un proyecto él te alentaba aunque te fuera mal. Mi papá no se consideraba inteligente, sino perseverante", aseguró.
Su amor por Rodríguez
Para cerrar la charla con "Contame La Posta", Karina Arano concluyó: "mi papá podría haber estado en cualquier lado del mundo, pero lo de General Rodríguez fue muy casual. Compró en Rodríguez esta casa, que después dividimos los terrenos y cada uno hizo su casa. Compró 7 mil metros porque quería hacer su cultivo de hongos. Hizo una sociedad con un primo que lo estafó y tuvo que volver a comprar la casa. Pero supongo que echó raíces acá y encontró su lugar en el mundo".