Ya pasaron 12 años del devastador tornado que arrasó General Rodríguez y el Oeste del Conurbano
El jueves pasado se cumplió un nuevo aniversario de aquel 4 de abril, en el cual las ráfagas de viento superaron los 150 kilómetros por hora. Hubo destrozos múltiples, decenas de miles de vecinos sin luz y muchas calles inundadas por las lluvias. Milagrosamente, no hubo víctimas fatales.
Aquella noche, después de las 20, comenzó una tormenta que se convertiría en uno de los episodios climáticos más devastadores de la historia de la ciudad, junto con "El Día de la Piedra" y el temporal del último 17 de diciembre.
Las fuertes ráfagas de viento, que luego serían confirmadas como un tornado F2 (entre 180 y 250 kilómetros por hora) por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) provocaron destrozos a lo largo y ancho de un General Rodríguez que, en medio de la lluvia, terminó con muchísimas complicaciones y una demanda de asistencia a vecinos afectados que claramente superó la capacidad de respuesta de las autoridades.
El tornado afectó varios distritos de la zona oeste del Conurbano bonaerense y en total se registraron 15 muertes. En Moreno hubo tres víctimas fatales (un hombre que conducía en moto y fue impactado por restos de una casa que volaban por el aire, otro aplastado por la rama de un eucalipto y una mujer cuya casa fue aplastada por un árbol que cayó sobre ella) y cientos de postales de destrozos, como la caída del techo del clásico bar de pool "El Trebol".
En General Rodríguez, además de muchas viviendas y edificios céntricos con severos daños, hubo múltiples techos y hasta casas enteras arrancadas en los barrios, cuyos vecinos se quedaron sin luz ni agua por días, paradas de colectivo destruidas a lo largo de la Ruta 7 (donde también se desmoronó una estación de servicio en la zona de Francisco Álvarez) y un operativo de varios días de parte de los Bomberos y los servicios de emergencia del Municipio para tratar de evacuar gente en situaciones de vulnerabilidad y asistir a quienes se quedaban en sus casas. Todo en medio de las dificultades por la falta de coordinación entre las distintas áreas.
El tornado desnudó la precaria infraestructura que presentaba General Rodríguez, como es una realidad desde hace décadas, y la escasísima capacidad de respuesta del Municipio y los servicios de emergencia, que quedaron desbordados ante lo que, nobleza obliga, se trató de un evento climático totalmente inusual y que igualmente fue difícil de afrontar para distritos mejor preparados.
Tras esa situación, la ciudad padeció en un par de años varias inundaciones más y se terminó por consolidar la necesidad del plan hidráulico que, con demoras y no pocas dificultades, se volvió una política de Estado de las pocas de la ciudad y se extendió a buena parte del distrito y, aunque aún hay varias zonas que merecerían que les llegue, el contexto del país pareciera que las dejará para una época más adelante, de modo que será esencial que los eventos climáticos puedan cubrirse con un refuerzo de las áreas relativas y más ensayos para resolver en emergencia, algo que en el mundo sucede cada vez más a raíz del cambio climático.