Vecinos contra las empresas Druetta y Farmesa: se habrían quedado con tres calles y también las cuestionan en lo ambiental
En la última emisión de Contame La Posta, un grupo de vecinos de barrio La Campanilla representados por Claudio Barrera y con el apoyo del dirigente liberal Fernando Ferreyra, se expresaron sobre dos empresas locales que se habrían "quedado" con tres calles. Se trata de las fábricas Druetta y Farmesa, dos marcas reconocidas, de las cuales además temen que su actividad genere contaminación y complicaciones a la salud de la gente de la zona.
Una denuncia un tanto llamativa y particular: una fábrica que se habría "apropiado" de no una, sino tres calles, es decir, espacios públicos y de tránsito de la comunidad. Y en este caso, dentro de lo que sería el barrio La Campanilla. La empresa en cuestión es Druetta Hnos. y para hablar sobre eso estuvieron en el último episodio de Contame La Posta Claudio Barrera y Fernando Ferreyra, que se pusieron los reclamos y las gestiones de sus pares al hombro.
VIDEO DE LA ENTREVISTA DURANTE EL PROGRAMA:
Ambos explicaron que todo se originó de alguna manera con el proyecto del destacamento del barrio Santa Brígida y la necesidad de colaborar con algunas luces por parte de la empresa. Sin embargo, al comenzar a revisar, mapa mediante, cuáles eran las calles que necesitaban iluminación de la zona perimetral, se encontraron con que El Fogón, Zapala y El Trébol están interrumpidas por el predio de la fábrica de galvanizados.
Sumado a esto, Barrera aclaró que "ya no es de una sola fábrica que hablamos, sino que dos, porque Farmesa también tiene la calle de El Trébol que en estos días vamos a ir a hablarlo". En concreto, las compañías ocupan dos cuadras de cada una de las calles.
De acuerdo a lo que la empresa Druetta les comunicó, tomó las calles porque quisieron usurpar el predio donde se radica, desde hace un año y medio. "Pero una vecina de enfrente nos dijo que desde hace tres años", agregó Barrera.
A todo esto, igualmente dentro del inconveniente que radica en las calles "usurpadas", surgió un problema mayor "porque a mí me empezaron a llamar ex empleados, me empezaron a llamar vecinos, encontrándonos que tenían leucemia, esto es cáncer", mencionó Barrera, quien está aguardando por dos estudios de empresas privadas que van a extraer muestras de agua "para saber con qué nos encontramos".
Incluso aseguró que muchos ex trabajadores de la empresa de galvanizado les habrían transmitido que "no tenían elementos de seguridad ni protección personal siendo que trabajaban con metales pesados", y "cuando iban al sindicato para que les paguen lo que les correspondía (por trabajo insalubre), les mandaban la hinchada de Alem para hacerlos callar". Y aseguró que, por si fuera poco, "les daban leche de tomar", algo que claramente les hizo aumentar las sospechas del tema ambiental.
La cuestión es que las calles fueron la "punta del ovillo", o la primera pieza del rompecabezas que empezaron a armar los propios vecinos. Dijeron que "hace poco más de una semana un hombre de la zona falleció por leucemia, otra vecina tiene a su hijo de 19 años y a su marido en terapia intensiva también con leucemia".
-¿Del Municipio tuvieron alguna respuesta?
Ferreyra: -Nada. Volvemos a lo mismo, falta de controles. Pero desde nuestro espacio pusimos nuestro equipo a disposición, abogados, escribanos, y ahora hay que esperar los resultados.
Además, indicaron que la empresa Druetta Hnos. se encuentra radicada en General Rodríguez desde el año 2010, tras haberse mudado del partido de San Martín "porque estaba contaminando la cuenca del Riachuelo, y no sé cómo llegó acá. La preocupación es el agua, el aire, porque no sabemos de dónde viene esa contaminación".
Las muestras que harán las empresas privadas tienen un costo de 300 mil pesos cada una. "Estamos hablando de 600 mil pesos en totales, imaginate lo que estamos gastando y no obtuvimos ninguna respuesta del Municipio ni del Concejo Deliberante. El único que habló y dijo que iba a investigar fue Miguel Puentes", dijeron.
"Siempre volvemos al mismo tema. Falta de control. Porque por más que sea privado, si estás dentro de un Municipio, el Municipio puede controlar esas cosas", remarcó Ferreyra, que puso énfasis en que todo esto "empezó por el reclamo de una calle y se acercaron los vecinos a plantearnos otro problema".
"La realidad, es que literalmente estamos dejando la vida ahí. Yo no sé lo que estoy respirando. Tomando sí, porque me compro los bidones de agua", concluyó Barrera.