Kicillof quiere reflotar la Ley de Góndolas en la provincia de Buenos Aires: de qué se trata
El Gobernador, Axel Kicillof, envió a la legislatura bonaerense un proyecto para que la Ley de Góndolas sea propia de la Provincia de Buenos Aires. Qué opinan los empresarios.
Desde hace algún tiempo, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se encuentra intentando revivir la Ley de Góndolas a nivel provincial, por lo cual envió el proyecto a la legislatura bonaerense. Cabe aclarar, que dicha Ley fue derogada por Javier Milei en el mega DNU.
En el documento, está estipulado que la iniciativa alcance a los establecimientos bonaerenses que se dedican a la comercialización mayorista y minorista de alimentos, bebidas, productos de higiene personal y de limpieza del hogar.
El objetivo es regular el mercado de consumo masivo, tratando de promover la venta y el acceso de las micro, pequeñas y medianas empresas a las grandes superficies; además de establecer parámetros mínimos para los contratos con proveedores.
La ley establece que cada supermercado que actúe en el territorio de la provincia de Buenos Aires tendrá que asegurar un mínimo de proveedores por categoría en las góndolas. Con ello, supuestamente, se trata de asegurar un mínimo de marcas y variedades de productos.
Por otro lado, se busca regular la oferta en las superficies de venta. Para ello, define topes que puede ocupar una empresa, con sus productos en una góndola. A su vez, determina espacios mínimos para que pequeñas y medianas empresas puedan exhibir sus producciones al público.
La ley tendrá efecto sobre superficies de venta mayores a 300 metros cuadrados, con lo cual, básicamente, se busca regular a las grandes cadenas de supermercados.
La cuestión es que de llegarse a efectivizar la ley, el Gobierno Bonaerense podría aplicar multas, quitar concesiones y clausurar a los comerciantes que no la cumplan.
En este marco, la Cámara de Argentina de Comercio y Servicios (CAC) salió al cruce a través de un comunicado, donde indicaron que el proyecto solo "perturbará la operatoria de numerosas empresas e incrementará sus costos, con el consiguiente perjuicio para el consumidor final". Y agregaron: "La excesiva injerencia en las relaciones comerciales más temprano que tarde deriva en escasez de productos o la suba de precios, perjudicando a empresas y consumidores".
Fuente: Ámbito