Vecinos youtubers: viajaron por el mundo pero eligieron vivir en Gral Rodríguez
Se llaman Cyntia Riedel y Andrés Carrizo, y son los creadores del popular canal de Youtube "Viajar Vale La Pena" que, merced a las travesías que vienen sosteniendo desde hace 8 años, ya tiene más de 300 mil suscriptores. Juntos, uno desde los estudios y el otro desde Canadá, fueron entrevistados en el último programa de Contame La Posta sobre su decisión de radicarse en nuestra ciudad y la recuperación de su amada camioneta "Stancy"
Viajar Vale La Pena (VVLP), es un canal de Youtube que se generó a partir de que Cyntia y Andy se largaron a viajar hasta Alaska en una antigua Estanciera IKA modelo 60', a la que bautizaron como "Stancy". Adaptada como motorhome, tardaron 8 años en llegar a la meta, ya que se dedicaron a visitar todos los pueblos que pudieron en cada nuevo país que recorrían.
Lo cierto es que habiendo apelado a la solidaridad de sus suscriptores en Youtube (305 mil), Facebook (228 mil seguidores) e Instagram (157 mil seguidores), están en proceso de repatriar la camioneta que marcó los viajes de su vida.
Sobre eso, y sobre el hecho de que se convirtieron hace un año y medio en rodriguenses por adopción, es que estuvieron en la última edición de Contame La Posta. Cyntia desde nuestros estudios y Andy desde un pueblo al norte de Canadá, ya en pleno camino de regreso para recuperar la estanciera y traerla a la Argentina.
En primer lugar, acerca del por qué de General Rodríguez como la ciudad que eligieron para vivir, Cyntia reveló que "elegimos General Rodríguez porque unos meses antes, cuando volvimos para que yo me quede, pasamos por acá y dijimos 'ay qué lindo que está Rodríguez, y quedó el dato. Cuando empecé a buscar dónde establecerme, encontré un alquiler acá, me gustó, hay mucho verde, las calles son tranquilas, salgo a caminar y me hace acordar al barrio cuando era chica y todo ese clima de barrio es lo que más aprecio. Los árboles, las casas bajas, todo ese clima de tranquilidad, por eso lo elegimos".
-¿Qué fue lo que más te impactó de General Rodríguez de todo eso que nombraste, y con relación a cuando eras chica?
-En realidad es difícil decir dónde viví. Nací en Capital, viví en Ituzaingó, viví en Villa Ballester... fuimos una familia que se mudaba mucho todo el tiempo así que no tengo un barrio. El último en que estuvimos más tiempo fue Villa Ballester pero esto creo que me hace acordar mucho a Ituzaingó cuando era chica. Y lo que más me gustó de acá fue tener espacio, mucho verde. Estoy frente a las vías, que tiene su ruido, pero me encanta el tren. Así que disfruto mucho eso.
Acerca del propósito de viajar, y ese fuerte deseo personal desde hace años, dijo que "desde que yo recuerdo tengo este deseo de viajar, de conocer el mundo. Durante muchos años tenía en mi lista de deseos poder vivir seis meses en cada país. Era uno de esos sueños que uno tiene ahí pero nunca se da el paso para concretarlo, y una vez trabajando en la oficina cuando tenía 34 años, vi por Facebook a un ex compañero de mochilero por Tailandia, porque había renunciado a todo. Lo que sentí en ese momento fue envidia y supe que también iba a poder. Así que empecé a moverme en esa dirección y comencé a tomar unos cursos de finanzas para financiar los viajes. En uno de esos cursos lo conocí a Andy, que estaba más o menos con las mismas ideas, así que ni bien nos conocimos fue amor a primera vista".
"En muy poquito tiempo, él vendió todas sus cosas, se vino a vivir en el departamento que yo alquilaba, y así a los pocos meses vendimos todo lo mío y empezamos este viaje", añadió.
A su turno, saliendo por videollamada desde unos pocos kilómetros de la frontera entre Canadá y Alaska, Andy señaló que no tenía, a priori, lugares preferidos por visitar sino que "sí tenía mucha curiosidad por saber cómo vivía la gente. Esa conexión con la gente fue lo que siempre me llamó la atención de los diferentes países. Lo que más me interesó del viaje fue que tuvimos la posibilidad de entrar a las casas de diferentes familias, ver cómo cocinaban, ver cómo educaban a los chicos, ver cómo iban a hacer las compras... esas diferencias entre ellos y nosotros, te nutren un montón y está buenísima esa diversidad".
Enumerando algunos de los tantos lugares por los que pasaron, resumió: "el continente (americano) es precioso pero en realidad, al haber viajado 8 años por afuera, creo que lo que más ganas tenemos ahora cuando volvamos a Argentina es poder salir a recorrer nuestro país que la verdad conocemos muy poco y tiene muchísima diversidad".
Hoy por hoy, el tema que los convoca principalmente es que tuvieron que dejar a “Stancy” (foto) en el pueblito de Tok, en Alaska. En un principio la intención fue ponerla a la venta pero, por pedido de sus seguidores, la decidieron repatriar, para lo que necesitaron juntar una cantidad de dinero considerable. Para lograrlo, apelaron a la solidaridad de todos los fans y de aquellos que quisieron formar parte del sueño de traer esta Estanciera IKA, para que vuelva a recorrer los caminos de la Argentina que la vio nacer.
"Stancy fue nuestra casita por los últimos 8 años y una de las cosas que quisimos fue dejarla lo más original posible. Tiene el motor continental de seis cilindros que es el motor original, que consume una locura pero nos encanta. Y tiene todo, todo original, incluso las butacas. Tiene todo lo que necesitamos para vivir", definió Andy.
Asimismo, explicó que las mayores anécdotas de viaje están relacionadas con las "complicaciones mecánicas que esta camioneta nos ha traído, que por un lado han sido muchísimas pero a su vez nosotros hemos ido aprendiendo a buscarle la vuelta de cómo resolverlas, cómo enfrentarlas, y a partir de ahí hemos visto mucho de la amabilidad, de la hospitalidad de las diferentes personas en los diferentes países que nos han ayudado muchísimo".
Uno de esos grandes ejemplos fue en Bolivia, cuando tras un par de meses en viaje la camioneta empezó a fallar en las subidas, y se dieron cuenta que el motor estaba fisurado. De modo que no podían avanzar. "Entonces nos contactamos con un club de autos antiguos para pedirles si conocían un mecánico que nos pudiera ayudar y resulta que el tipo con el que hablamos, juntó a todo el club y empezaron a hacer una colecta entre los socios para ayudarnos. Entre toda la gente del club nos dejaron la camioneta impecable, o sea que llegamos a Cochabamba con un problema mecánico muy grande y fue de las primeras veces que empezamos a ver que la gente es buena en todos lados, te quiere ayudar en líneas generales", agregó.
A través de los años, y sobre todo en pandemia, juntaron miles de seguidores (llegando a los 300 mil en la actualidad) que disfrutaron y hoy disfrutan de las peripecias que siguen brindando a través de nuevos videos de VVLP, realizados con muy buenos guiones. También organizan encuentros donde se concentran viajeros, aquellos que se quieren iniciar en ese estilo de vida y seguidores en general.
Consultado sobre cómo siente la distancia y cómo será lo que resta del viaje, Andy mencionó que "nosotros hacemos con Cyntia videollamadas todos los días o días por medio y lo que más nos decimos es 'te extraño'. Nos contamos cómo va el trabajo, cómo van las cosas, pero es cierto que hay como un sentimiento en el que se revive esa necesidad de extrañar, que también está bueno. Darte ese espacio y poder manejar tus tiempos, poder manejar los ritmos y extrañar a la otra persona también es sano".
Respecto del recorrido que le queda aún, indicó que más o menos le faltan 8 mil kilómetros, porque tiene que atravesar Canadá, atravesar todo Estados Unidos de punta a punta y llevar la camioneta hasta Miami para, desde allí, mandarla hacia Sudamérica. Primero a Montevideo y luego finalmente a Buenos Aires. "Serán dos meses, dos meses y medio aproximadamente", consideró.