Seguridad 7 AGO 2024

Impotencia por robos reiterados a dos capillas que hacen un importante trabajo social en sus barrios

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Vienen ocurriendo desde mediados de junio. Una de las capillas está en el barrio Agua de Oro y la otra en Villa Vengochea. Ambos espacios pertenecen a la comunidad religiosa de la Parroquia Inmaculada Concepción, del barrio Parque La Argentina.

El sacerdote a cargo del trabajo pastoral de la parroquia (ubicada sobre la calle Sargento Cabral) y estas dos capillas es Franco Carreras, quien vino desde Mercedes hace dos años y no sólo se ocupa de las tareas eclesiásticas sino también de una profunda actividad social y solidaria que desarrolla junto a otros vecinos para mejorar la calidad de vida en distintos barrios.

Capilla Nuestra Señora de Itatí de Villa Vengochea.

De la parroquia dependen cuatro capillas: una en Altos del Oeste, otra en Villa Vengochea, otra en Agua de Oro y la restante en Pico Rojo. En total asisten a 130 familias diariamente, tienen tres ollas populares de 200 porciones entregadas cada una, merenderos para los chicos y entregan bolsones de mercadería a otras 1000 familias, además de tener entregas de ropa. Articulan la ayuda con Provincia, colaboraciones de privados, donaciones de vecinos y actividades para recaudar fondos.

Capilla Nuestra Señora de Itatí de Villa Vengochea.

En ese marco, la comunidad recibió duros golpes en los últimos meses por la inseguridad. El 15 de junio, ladrones violentaron las rejas de la capilla Nuestra Señora de Itatí (ubicada frente a la Escuela 10 en Villa Vengochea) y se robaron una amoladora, un parlante negro y una bicicleta. Aunque se hizo la denuncia, el lugar (donde también se lleva adelante el Plan Fines para que vecinos puedan terminar sus estudios) volvió a ser robado por delincuentes el pasado 24 de julio, ingresaron y se llevaron varios elementos.

Capilla San Cayetano de Agua de Oro.

Finalmente, el lunes 29 de julio, el golpe lo recibió la capilla San Cayetano de Agua de Oro, donde ladrones se robaron las parrillas que se utilizaban para los eventos que se hacían para recaudar fondos y seguir construyendo. "Duele mucho porque hacemos mucho trabajo social por los barrios", señaló a La Posta el párroco Franco Carreras.