La razón detrás de las demoras y cancelaciones que generan quejas en el tren Sarmiento

El sistema de frenado automático, conocido por su sigla en inglés ATS, comenzó a implementarse hace más de un mes en varias líneas metropolitanas -entre ellas el Sarmiento- pero las quejas de los usuarios son cada vez más recurrentes: servicios cancelados, demorados y hasta algunos que no llegan a completar el recorrido entre cabeceras  

Tal como informamos oportunamente en La Posta Noticias, desde el martes 6 de agosto se modificaron los horarios y las frecuencias del Tren Sarmiento en todos sus ramales, tanto el eléctrico como los diesel, involucrando obviamente al Moreno-Mercedes que atraviesa por nuestro distrito. 

Pero, hay que retrotraerse algo más de un mes atrás y recordar que a principios de julio las líneas Mitre, San Martín y el propio Sarmiento, incorporaron el Sistema de Frenado Automático (ATS) para aumentar los niveles de seguridad en la circulación, un nuevo recurso que fue dado a partir del DNU que declaró la emergencia ferroviaria. 

La implementación del nuevo horario, que incrementa los tiempos de espera en las horas pico, sumado a problemas técnicos derivados de la puesta en marcha del frenado automático, generó una oleada de quejas entre los usuarios de la línea. Es decir, un combo explosivo que trae a colación la famosa frase "peor la cura que la enfermedad". 

Por un lado, se incrementaron los tiempos de espera, pasándose de una frecuencia de 8 minutos en hora pico a una de 9 o 10 minutos.

Aunque a primera vista podría considerarse una cuestión marginal, en una línea tan utilizada como el Sarmiento el incremento es notorio, más aún si se considera que durante el verano pasado ya se había producido una reducción en la cantidad de trenes corridos. Según las autoridades, esto se debía a razones de estacionalidad y racionalización del material rodante. Una vez transcurrida la temporada estival, sin embargo, los itinerarios originales no fueron repuestos.

A esto se suma la traumática implementación del sistema de frenado automático ATS (Automatic Train Stop), cuya puesta en marcha fue sonoramente anunciada por Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) semanas atrás.

Sin embargo, lo cierto es que el sistema aún se encuentra en fase de pruebas y no está totalmente incorporado a la operación diaria. Es por eso que a diario se reportan múltiples fallas en el funcionamiento de las señales, lo que deriva en un funcionamiento inadecuado del ATS.

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A raíz de estos inconvenientes muchos servicios regulares de la línea son convertidos sobre la marcha en “rápidos”, que se saltan algunas paradas, lo que provoca que los pasajeros que se dirijan a paradas no contempladas dentro de estos itinerarios deban descender anticipadamente y esperar otra formación o buscar una alternativa de viaje.

Qué es el sistema ATS 

El ATS es un Sistema Automático de Frenado que consta de dos componentes: uno los equipos en tierra (balizas y cajas de control vinculadas a la señalización) y, por otro lado, los equipos a bordo de cada formación, que reciben información y actúan en función del estado de las señales y con control de velocidad.

Esta función es capaz de predecir colisiones entre trenes, ya que cruza una señal que está en peligro, es decir, cuando la autoridad de movimiento no está habilitada y cuando el tren excede la velocidad permitida y predeterminada en algún tramo de la vía.

También funciona a través de una serie de dispositivos colocados en cada tren que actúan recibiendo señales emitidas por balizas instaladas en las vías y que detienen el tren si viola una restricción de velocidad o de paso.

Esta medida de seguridad, que en la línea Roca funciona desde la electrificación de sus primeros ramales (1985), se realizó "en el marco del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que declaró la emergencia ferroviaria, en la que el Estado Nacional busca extremar las medidas para incrementar la seguridad operacional en los trenes a través de la renovación de la infraestructura", señalaron desde Trenes Argentinos. 

"Para lograrlo, en las últimas semanas se reemplazaron todas las balizas que habían sido vandalizadas y fueron restablecidas las señales que habían quedado inutilizadas por el robo de cables y la puesta a punto de la confiabilidad del sistema", agregaron. 

Qué pasa con el ramal diésel 

Los problemas están lejos de afectar únicamente al ramal eléctrico entre Once y Moreno: el servicio diésel entre Moreno y Mercedes, afectado por la crisis de material tractivo que afecta al conjunto del sistema ferroviario, cuenta con un tren menos por sentido en comparación con su itinerario anterior.

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Por lo que, de los 13 servicios existentes de lunes a viernes, apenas 9 llegan hasta Mercedes, completando el trazado por las estaciones de Jáuregui, Olivera y Gowland. Los demás completan el recorrido parcialmente llegando hasta Luján. En tanto que los domingos y feriados, de los 12 servicios disponibles, solo 8 llegan hasta Mercedes. El resto, hasta Luján. 

En este sentido, hay que destacar que los rodriguenses que suben y bajan de las estaciones que forman parte de este ramal (Pablo Marín, Las Malvinas, General Rodríguez y La Fraternidad) también terminan "pagando los platos rotos" por las demoras en los recorridos que, como un efecto dominó, desde el eléctrico terminan afectando los horarios del diésel. 

De hecho, en tiempos donde volvió a aumentar el boleto de colectivo, los trenes cada vez más se convierten en los "aliados" de los viajeros frecuentes para llegar a destino. Pero, considerando las múltiples complicaciones que viene exhibiendo el Tren Sarmiento en las últimas semanas, donde llegar a horario al trabajo, al lugar de estudio o a la reunión pautada se convierten en una auténtica "quimera", los rodriguenses tienen otro dolor de cabeza. Especialmente aquellos que necesitan hacer el trasbordo en Moreno y tomar el servicio eléctrico, sea de ida como de -especialmente- vuelta. 

Más allá de las razones específicas, el deterioro de los servicios del Sarmiento forma parte de una caída generalizada que viene afectando desde hace varios meses al conjunto de las líneas metropolitanas y al sistema ferroviario en general. 

La causa madre detrás de ese deterioro es el fuerte recorte en el gasto ferroviario aplicado en los últimos meses. Si bien el Gobierno pareció aliviar el recorte tras el accidente de la línea San Martín, que derivó en la sanción de la Emergencia Ferroviaria, esta no ha tenido manifestaciones concretas en la práctica y aún está en instancias meramente administrativas.