Fiesta ilegal, fuga masiva y jóvenes con drogas: los detalles de la clausura de una quinta en El Casco

El lunes 19 de agosto por la mañana, personal municipal de la Guardia de Ordenamiento Urbano (GOU) y de Tránsito se presentaron en una quinta de la calle Alarcón 567, entre Anchorena y Araujo, en el barrio El Casco, donde se estaba desarrollando una fiesta clandestina. Se trata del lugar por el que vecinos venían reclamando hace meses.

Personal de la Guardia de Ordenamiento Urbano y del Grupo K-9 se acercaron al domicilio, donde fueron atendidos por un hombre de 31 años, oriundo de Laferrere, quien les dijo que había sido contratado como personal de seguridad del lugar y que tenía órdenes de no dejarlos pasar.

Sin embargo, según la información oficial, accedió a abrir el portón de ingreso y desde adentro salió un gran tumulto de personas, alrededor de 200 personas, que se dispersaron en distintas direcciones, huyendo de forma masiva ante la presencia de las autoridades. 

Fue así que el personal de la Guardia de Ordenamiento Urbano solicitó apoyo al móvil del COM y también al personal de tránsito que se encontraba haciendo una infracción a un vehículo Chevrolet Cruze de color blanco, patente AC842BM, identificando a su conductor, un joven de 26 años, nacido en La Matanza. Luego identificaron a otro joven de 20 años domiciliado en Villa Martelli, a otro de 22 años y una chica de 21, ambos oriundos del barrio porteño de Villa Lugano; y otro de 24 del barrio porteño de Villa Soldati

Secuestraron los vehículos en los que se estaban desplazando y terminaron trasladándolos a la Comisaría Segunda de las Malvinas, donde la unidad funcional de instrucción número 12, a cargo del Dr. Ezequiel Freydier, dispuso que se labren actuaciones cartuladas como tenencia de estupefacientes para consumo personal y se notifique a los jóvenes de esta causa formada en su contra.

Además, a La Posta llegaron comentarios de choferes de aplicaciones de viajes que se acercaron al lugar a buscar pasajeros y mencionaron que varios de ellos se encontraban mencionando su consumo de estupefacientes y preocupados por no ser detectados por la Policía, en el marco de una mañana caótica en el barrio con mucho movimiento pero que concluyó con la quinta clausurada y con la expectativa de que estas situaciones no se repitan.

Foto principal: montaje.