El horror detrás de los centros de rehabilitación de adicciones allanados por Policía Federal en General Rodríguez

Las denuncias en torno a los tres establecimientos (uno en el centro, otro en cruce Las Latas y otro en barrio San Martín) venían desde el año pasado. Lo que trascendió de las torturas a las que eran sometidos algunos de los internados.

Este martes 27 de agosto por la mañana, se montó un operativo de Policía Federal con colaboración de Equipos de Rescate de Trata de Personas de la provincia de Buenos Aires. Aunque lo primero que se supo es del allanamiento a una casa de las calles 2 de Abril y Demaestri donde funcionaba un centro de rehabilitación de adicciones, luego se supo que hubo otros dos procedimientos más en dos establecimientos iguales que funcionaban en Ruta 24 N°185 (zona del cruce Las Latas) y Avenida del Libertador 1100 (cruce con Saavedra, en un callejón del barrio San Martín).

La causa cuya investigación derivó en este operativo está a cargo de la UFI N°10 y se originó tras denuncias por reducción a la servidumbre y malos tratos que habían denunciado (se dijo que desde el año pasado) algunos de los internados de estos sitios. En torno a la vivienda céntrica, vecinos comentaron que "había como 30 personas viviendo en esa propiedad" y mencionaron también que algunos salían a vender drogas en las calles del barrio e incluso robaban por la zona, generando temor vecinal. 

Sin embargo, con el correr de las horas y tras comentarios de personal a familias de los internados, entre otras cosas, La Posta pudo averiguar algunos detalles sobre lo que se denunció que ocurría dentro de estas comunidades terapéuticas, que mantenían una estructura formal "para el afuera" pero que, al parecer, tenían manejos muy oscuros "puertas adentro".

En ese sentido, se supo que en estos establecimientos (los tres denominados "Inquebrantables") había todo tipo de vejaciones hacia los internados, algunos de ellos menores de edad, que no cumplían con lo que les indicaban las autoridades o que incluso quizás pretendían irse. 

El horror dentro de estas comunidades terapéuticas allanadas por Policía Federal en General Rodríguez

De acuerdo a lo que pudo obtener La Posta, hubo más de una víctima que denunció situaciones que, al parecer, fueron confirmadas a sus familias por otros internados que pasaban sus días dentro de estos establecimientos. Puntualmente, se tomaron testimonios que reflejan que quienes manejaban estos lugares junto con los operadores de salud someterían a fuerza de violentas prácticas a los internados a cumplir sus órdenes: si desobedecían, los castigaban con raciones muy insuficientes de comida, los obligaban a ducharse con agua fría o a realizar agotadoras sesiones de ejercicios "militares", golpeándolos si se detenían, aseguró una fuente.

También dicen que los encerraban en habitaciones donde permanecían hacinados junto a otros internados u obligaban a sus compañeros a insultarlos, como método de "debilitación" psicológica. Entre otras terribles prácticas, se mencionó el "submarino seco" (maniobra de ahogamiento con bolsa de plástico en la cabeza), aunque también sumergían sus cabezas en baldes con agua recién liberándolos justo antes de que les faltara el aire; o incluso familias habrían comentado que los hacían escribir hasta 10.000 veces la misma frase o los cubrían con frazadas y los golpeaban entre varios, además de someterlos de la misma forma a la ingesta de pastillas o a inyecciones cuya droga no les revelaban. 

Trascendió que algunos aseguraron que cada vez que recibían visitas, eran amenazados que iban a padecer terribles consecuencias si mencionaban algo. Y luego a algunos de los internos los ponían a ejercer roles de control, obligándonos a perpetrar estas vejaciones a sus compañeros. Todo un sistema de control que, al parecer, utilizarían para retener contra su voluntad a quienes querían irse del lugar.