Seguridad 2 SEP 2024

El testimonio de una vecina de "Inquebrantables": "vivían golpeando, amenazando e insultando a los pibes"

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Una vecina de la sede del barrio San Martín del establecimiento de rehabilitación de adicciones, María de los Ángeles, habló con La Posta sobre cómo era el funcionamiento del lugar y los múltiples padecimientos de los internados. Además, reveló que en "la Comisaría 1º nunca me quisieron tomar la denuncia".

Se supo que, luego de los allanamientos realizados el martes 27 de agosto en los tres centros de rehabilitación de adicciones denominados "Inquebrantables", hubo denuncias que venían desde el año 2023 por parte de propios internados que habían logrado escapar de allí y habían relatado el horror al que eran sometidos. 

Pero lo cierto es que también hubo numerosas quejas de los vecinos de los tres establecimientos en cuestión, y casi todos con la inseguridad y el descontrol en las inmediaciones como puntos en común, además de los gritos de los pacientes que a menudo aseguraban oír. 

María de los Ángeles, vecina de la sede de Avenida del Libertador al 1100 del barrio San Martín, brindó su testimonio a La Posta Noticias después de venir realizando denuncias desde fines del año pasado: "los chicos andaban tipo soldaditos, todos agachados y de espalda. No sé si había menores, pero sí había chicos que parecían menores sinceramente", dijo.    

Asimismo, agregó que "había más de 30 o 40 personas metidas acá. Los chicos salían todos los días a pedir el pan, las verduras, acarreaban leña, y trabajaban todo el santo día"

Tras indicar que la comunidad estaba instalada desde hace "unos 3 años", aseguró que "yo he ido a la Municipalidad muchas veces a quejarme por el perrerío, pero me dijeron que estaba habilitado. Las quejas las llevé a Control Urbano y me decían que ellos no podían hacer nada, porque estaba habilitado. Les dije que les pegaban a los pibes y cómo era que no podían hacer nada"

María refirió que "yo vivía al lado, pero me tuve que mudar porque vivía discutiendo porque les pegaban a los pibes cada rato", y citó un ejemplo: "una noche eran como la 1 y pico de la mañana y empezaron con los gritos. Me levanto, salgo y arrancaron a decir 'por favor hermano déjenme que me van a matar'. Así como esas cosas, montones de veces. Escuché que los golpeaban, los empujaban, los insultaban"

Acerca del "famoso Guillermo", sindicado en varios testimonios como el dueño del lugar, señaló que "tengo la denuncia hecha y es de San Martín, me dijo, no es de General Rodríguez. Discutí muchas veces con él y hasta tengo mensajes grabados suyos que me decía que tenía que pegarles porque se ponían rebeldes, se ponían malos, se ponían nerviosos por la abstinencia".  

"La última vez que discutió conmigo me lo dijo bien claro, 'usted vaya a quejarse con quién tenga que quejarse, vamos a ver si nos sacan de acá'. A mí me llegó a amedrentar, amenazar también. Yo tengo la denuncia asentada", reveló la mujer.

-¿De qué manera? 

-Me decía "si hay que pelar fierro, pelo fierro", "tengo 99 denuncias, una más, una menos, qué me va a hacer..."... 

"No veía policías por acá, pero veía a veces que los patrulleros entraban trayendo leña, trayendo tarimas. Eso sí, lo veía, pero nunca me di cuenta de filmarlo", añadió. 

No obstante, la vecina del barrio San Martín enfatizó que "cuando fui a denunciarlo un par de veces a la Comisaría 1º, a mí nunca se me quiso tomar la denuncia. Ni a mí ni a la señora que llevé de testigo. Dijeron que eran problemas de vecinos, que ellos no los arreglaban".  

"Eran la 1 o las 2 de la madrugada y les hacían hacer como un entrenamiento militar. Si no los sacaban y los manguereaban ahí afuera, los metían a la pileta en pleno invierno, yo lo veía todo", subrayó. 

Para finalizar, María de los Ángeles manifestó que "cuando venían las visitas a verlos, uno de ellos estaba sí o sí en la visita. No los dejaban hablar solos con los familiares, no podían fumar si ellos no autorizaban, no podían acostarse si ellos no autorizaban. Eso mismo lo comentaron los propios familiares. Hasta uno de los pibes dijo que había violaciones o que si se portaban mal los desnudaban para que los miraran todos. Había de todo un poco".  

"Ahora que está la Justicia, estoy respirando desde ahora. Ahora duermo tranquila", cerró. 

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FERRETERÍA ROVI