La mujer fue detenida durante un allanamiento en su casa el pasado sábado 31 de agosto luego de una denuncia realizada a mediados de ese mes. La acusación y cuál es su situación judicial.
Todo comenzó cuando la madre de uno de los adolescentes que concurre al ciclo superior de la Escuela Técnica N°1 "Javier Tapié" de General Rodríguez, llegó a su casa con olor a marihuana. Según el medio Semanario Actualidad, tras insistir logró que el chico le reconociera que había fumado un "porro" y que se lo había comprado a una de las porteras de la escuela, tras encargárselo por WhatsApp.
La mujer le pidió el teléfono y volvió a hacer otro pedido, haciéndose pasar por su hijo. La portera respondió y le ofreció el producto, pero la mamá, horrorizada, se comunicó con los directivos de la Escuela Javier Tapié para ponerlos al corriente de esta situación. En la reunión, comprobaron que el número de teléfono coincidía con el de la mujer, que trabajaba en el sector donde se encuentran los alumnos de los cursos de los últimos años del secundario.
Entonces, se realizó un acta administrativa y le recomendaron a la madre que hiciera la denuncia, que fue radicada en la Comisaría 1°. Desde la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) bonaerense, emitieron un escrito tomando la decisión de separar a la portera de sus funciones y la destinaron a tareas dentro del organismo, ya con un sumario interno en marcha hasta tanto se aclarara la sitaución.
Tomó entonces intervención en el caso la Ayudantía Especializada en Drogas del Dr. Ezequiel Freydier, dependiente de la UFI N°12 que conduce Leandro Ventricelli; quienes encargaron diligencias a los agentes de la Policía Bonaerense de la Delegación Moreno de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas.
El Juzgado de Garantías N°3 de la Dra. Celina Ardohain autorizó la orden de detención y allanamiento de la sospechosa y así, los policías irrumpieron en una casa del barrio San Bernardo donde vive la portera, que es viuda y uruguaya nacionalizada argentina. Allí secuestraron su teléfono celular que sería sometido a pericias este miércoles 4 de septiembre. Se cree que los chats pueden haber sido borrados, pero también se espera que se puedan recuperar con el trabajo de especialistas en informática de la Procuración. En la vivienda no se hallaron drogas.
La mujer se negó a declarar en la fiscalía y quedó detenida en la Comisaría 6° de Francisco Álvarez. Se supo que trabajaba como auxiliar de escuelas desde 2019. Está imputada por "Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización doblemente agravada por haberse perpetrado en cercanías de un establecimiento escolar y por ser llevada a cabo por un empleado de establecimiento educativo abusando de sus funciones específicas". En caso de ser hallada culpable en un juicio, tendría una pena de cinco años y medio de prisión como mínimo.