Salud Sociedad 8 SEP 2024

"Inquebrantables", en la visión de un experto: "Las adicciones no se solucionan con el encierro, ni con la violencia"

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El periodista e investigador de granjas de rehabilitación de adicciones, Pablo Galfré, brindó un más que interesante testimonio en la última edición de Contame La Posta. Con el caso de "Inquebrantables" como punta de lanza, se refirió al funcionamiento y la "poca efectividad" de este tipo de lugares, además de dar una particular visión: "la droga no es un flagelo, sino que el flagelo es la angustia de esa persona" 

En el streaming de La Posta Noticias de la semana anterior, uno de los internados de "Inquebrantables" que dio su testimonio del horror que vivió allí, David Baeza, había expresado lo que -para ese entonces- era un secreto a voces: la conexión de la comunidad "Valientes" (también allanada el año pasado) con "Inquebrantables", dado que varios pacientes habían estado allí. 

En la última emisión, tuvimos la oportunidad de hablar con el periodista e investigador Pablo Galfré, autor del libro "La comunidad: viaje al abismo de una granja de rehabilitación" y del podcast "Muertes en el internado", quien a partir de sus investigaciones ha logrado la clausura de varias comunidades terapéuticas y la primera condena judicial por la muerte de un usuario del sistema de Salud Mental, además de ser miembro de la Asociación de Reducción de Daños de Argentina. 

"Si bien hace 15 años estoy investigando violaciones a los derechos humanos en granjas de rehabilitación, no deja de sorprenderme que esto siga pasando. Cuando leí en el medio de ustedes sobre Inquebrantables, me sonaba el nombre porque una persona cuyo marido había estado en Valientes me había hablado de Inquebrantables. Pero siempre es confusa la información alrededor de este mundo", señaló.  

-¿Cuál fue el disparador de investigar este tipo de lugares y cómo comenzó este camino? 

-Este camino comenzó en el año 2008 cuando los directores de la revista THC de la cultura cannábica me pidieron que investigue el mundo de las comunidades terapéuticas y de las internaciones compulsivas. Ahí le hice una entrevista a una persona que internaba a adictos a las drogas en contra de su voluntad en distintas comunidades terapéuticas. Esa persona hoy está presa porque hubo un incendio en la granja Resiliencia San Fernando de Pilar, una comunidad terapéutica clandestina en la que murieron cuatro usuarios de drogas, y va a juicio en octubre de este año por homicidio y reducción a la servidumbre, misma acusación que le pesa a la gente de Valientes y de Inquebrantables. La cuestión fue que el tema me interesó tanto que publiqué la crónica en la revista THC. 

-¿Qué pensabas vos del mundo de las granjas de rehabilitación cuando te mandaron a hacer esta entrevista?

-Yo ya tenía un punto de vista que estaba en contra de las comunidades, soy un usuario de drogas podría decir. Y cuando digo que soy un usuario de drogas es que consumo alcohol, a veces más, a veces menos, he consumido marihuana y otras drogas. Entonces jamás pensé que para paliar una angustia o un consumo uno tenía que ser encerrado en ese tipo de lugares. Sí la verdad que tenía mis prejuicios y mis sesgos que obviamente fui perdiendo con el paso del tiempo. Intuía de alguna manera que se daban este tipo de violaciones a los derechos humanos y de muertes. 

Sobre el porcentaje (pequeño por cierto) de personas que aún defienden el accionar y el trabajo de lugares como "Inquebrantables", dijo que "hay personas, que generalmente son los dueños o los directores de estas comunidades, que sostienen que ellos dejaron el alcohol, las drogas de lado a través del calvario, y como ellos dicen haber salido de las adicciones mediante el sufrimiento, invitan a otros a pasar por lo mismo".  

No obstante, agregó que "hay muchos que pasan meses sin consumir porque están encerrados. Pero cuando salen, vuelven al consumo. El problema no es la droga para mí sino las angustias, y por eso vuelven al consumo. Pero estos centros clandestinos no tienen ningún tipo de efectividad. Después hay comunidades terapéuticas que están habilitadas, que quizás yo no esté de acuerdo con su metodología, pero no vulneran derechos. Pasa que lugares así (como Inquebrantables) a veces son defendidos por los padres o madres porque muchas veces se quieren sacar de encima a sus hijos, no los juzgo, también los comprendo"

El comunicador hizo un interesante análisis al considerar que "hay menores que están internados en alguna comunidad no por problemas de consumo sino porque están en una situación de calle y los encierran igual en estas comunidades". Y a continuación sumó que "yo diría que en Argentina hace falta desarrollar hospitales de día, centros de día, dispositivos comunitarios...".  

"Acá estamos hablando de comunidades terapéuticas que están enrejadas por dentro y por fuera, entonces los pacientes no pueden salir, están privados de su libertad. Algunos se escapan, pero cuando se escapan los van a buscar los mismos adictos. Esto es un tema interesante porque también los usan como mano de obra esclava, barata y policial, más allá de la reducción a la servidumbre para hacer muebles", aseveró. 

-¿Hay algún lugar del país o del mundo donde se trabaja bien y que encontraron algún índice alto de recuperación de adicciones?

-No puedo nombrarte un país en particular. Pero podríamos hablar de Portugal, Holanda, España y algunas experiencias de México. Lo que prefiero hablarte es de la reducción de daños que es la política que se está aplicando en los países del Primer Mundo. Desde la reducción de daños no se busca que deje las drogas de la noche a la mañana, no se busca prohibir las drogas, es decir "la droga es mala", sino que se buscan reducir los daños que produce el uso de drogas básicamente. 

"Necesitamos dejar de lado el paradigma del prohibicionismo y del abstencionismo, porque lo que sí te puedo decir es que con este paradigma de que la droga es mala y los chicos no entienden nada, o la droga hay que prohibirla porque hace daño, estamos donde estamos. Quizás cada vez haya más adicciones pero lo que es seguro es que cada vez haya más muertos, y no tanto por el uso de drogas sino por lo que ocasiona el narcotráfico. La prohibición ocasiona el narcotráfico y el narcotráfico trae muerte, no hay más que ver las noticias en los diarios de Rosario", subrayó Galfré. 

Por eso, instó a "mirar los modelos europeos y a adaptarlos a Argentina y el conurbano. Porque no nos ha llevado a nada este modelo prohibicionista donde la droga es mala. La droga no es mala, algunas drogas son malas, otras son menos malas y otras son buenas. Por ejemplo, el alcohol es una droga y no está prohibido. Muchas más personas mueren por alcohol y tabaco que por otras drogas como la marihuana o la cocaína. ¿Todas las personas que usan drogas son adictas? No, el porcentaje es mínimo. Esos son los paradigmas que hay que dejar de lado"

Para cerrar la charla en Contame La Posta, el periodista expresó que "hay que quitar el estigma de que la droga es un flagelo. La droga no es un flagelo, es un problema muy serio que hay y que hay que tratarlo. Pero no con el castigo, no con el encierro, no con la punición".

"Yo cuando digo que la droga no es un flagelo, es que no estigmaticemos y que no le pongamos motes. El flagelo no es la droga, sino la angustia que tiene ese familiar, porque la adicción al consumo de drogas es una respuesta a una angustia, por falta de amor, de oportunidades, de trabajo, etc. Y hay personas que necesitan hacer uso de drogas para vivir", concluyó.  

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FERRETERÍA ROVI