Falleció "Betty" Pérez: la historia de la maestra rodriguense que le puso su vida a la docencia
Falleció el último viernes 7 de septiembre a los 92 años. Tuvo en sus aulas a varias generaciones de rodriguenses. El recuerdo de su familia y su ejemplo de compromiso con la educación, la solidaridad y la fe.
Juana María Beatriz Pérez nació el 21 de mayo de 1932 en Capital Federal y vivió hasta sus doce años en un establecimiento rural de su padre, para luego mudarse a una casa de la calle 2 de Abril entre Saavedra y Avenida San Martín, en el centro de General Rodríguez, donde vivió casi toda su vida. Sus últimos años lo hizo en el edificio Torresol de la avenida España.
Conocida por todos como "Betty", cursó la escuela primaria en una escuela porteña y luego en la Escuela Rural N°4 de General Rodríguez, donde asistía a las clases a caballo ya que no había pavimento, para culminar la primaria en el Colegio San José. Terminó la secundaria en un colegio de Luján, donde comenzó a formarse como docente.
Así, se convirtió en maestra de la Escuela Rural N°4 a la que había asistido como alumna. Su hermana menor, Susana, relató a La Posta que "ella fue ahí maestra y después directora, y también se ocupaba de la limpieza y el mantenimiento del lugar. La familia Colombo le había facilitado un sulqui para llegar hasta allí cada día a trabajar". A Betty nada la detenía.
Trabajó también en la Escuela Primaria N°1 y fue creadora y directora del Colegio Parroquial San Carlos Borromeo, siendo quien también diseñó el logo de la institución. "Pretendió que fuese escuela industrial para que hubiese salida laboral pero por la economía no dieron los números para concretar ese proyecto", contó Susana.
Y agregó: "Tuvo un alto sentido de la solidaridad. Traía a la casa donde vivíamos en familia a distintos chicos que veía que se dormían en la escuela por hambre para darle la merienda, comida.También les daba ropa. A los repetidores les enseñaba en su casa para tratar de que aprendieran. Incluso alentó a muchas de nuestras amigas a terminar sus estudios".
Susana destacó también que entregó su vida a la fe. "Siempre estuvo ligada a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, e integraba Las Hijas de Marría y al grupo Acción Católica Argentina. Iban todos los domingos al edificio donde hoy funciona la Escuela Tapié que en ese entonces albergaba internados hijos de enfermos por tuberculosis que eran sanos y les llevaban juegos, golosinas. Fue catequista, integró el coro parroquial porque tenía una hermosa voz", señaló.
En el plano personal, no tuvo hijos pero "fue una excelente tía de sus 19 sobrinos y de sus muchos sobrinos nietos. Incluso le decían tía los hijos de sus amigos. Cuidó de sus padres hasta el día en que fallecieron. Cuando eso sucedió, se convirtió en la madre sustituta de toda la familia. Era una persona que siempre cuidaba a los demás. Para cada festividad, preparaba mensajes individuales para cada uno de los miembros de nuestra familia, hacía cartas con dibujos, daba consejos, aliento. Siempre con una palabra dedicada a seguir los pasos de Jesucristo".
Y cerró: "Ella sabía completa las canciones en vasco y francés que cantábamos con nuestros padres. Con su partida se van un poco las tradiciones de la familia".