La estafa digital crece entre los comerciantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) con una aplicación que simula ser Mercado Pago. Es así que aparenta las transferencias pero en realidad les hace perder miles o millones de pesos
Los casos de fraude tecnológico siguen sumando víctimas en la provincia de Buenos Aires, más concretamente en el AMBA donde comerciantes locales enfrentan una modalidad delictiva que replica la apariencia de la reconocida billetera virtual Mercado Pago. La situación genera preocupación entre los bonaerenses, quienes observan cómo las denuncias se multiplican día tras día.
Lo que inicialmente parecía ser un hecho aislado se ha convertido en un fenómeno que mantiene en vilo al sector comercial. Los delincuentes, aprovechando la confianza depositada en las transacciones digitales, utilizan una aplicación clonada que simula a la perfección la interfaz de Mercado Pago. El engaño resulta tan meticuloso que incluso los comerciantes más experimentados han caído en la trampa.
La metodología empleada revela un nivel de elaboración alarmante. Los estafadores presentan comprobantes generados por esta aplicación espejo, cuya similitud con la versión legítima resulta sorprendente. Sin embargo, las diferencias existen: pequeñas variaciones en la tipografía, íconos ligeramente modificados y errores gramaticales que pasan desapercibidos en una primera mirada.
Hasta el momento las víctimas vienen siendo de lugares tan alejados entre sí como Florencio Varela, Hurlingham, Pilar y La Plata, lo que habla a las claras de una red delictiva muy bien organizada con brazos por todo el Gran Buenos Aires y presuntamente Capital Federal. Es por ello, que para contrarrestar esta amenaza, especialistas en seguridad digital proponen una serie de medidas preventivas fundamentales.
Cómo evitar ser otra víctima
La primera y más importante consiste en verificar la efectiva acreditación del dinero en la cuenta bancaria antes de entregar cualquier producto. Adicionalmente, resulta crucial examinar minuciosamente los comprobantes presentados, prestando especial atención a posibles inconsistencias que delaten su naturaleza fraudulenta.
La solicitud del DNI del comprador emerge como otra barrera de protección significativa, mientras que la implementación del código QR se presenta como la alternativa más segura para concretar las operaciones comerciales. Este último método garantiza que los fondos se transfieran de manera directa, eliminando cualquier posibilidad de manipulación fraudulenta.
El incremento sostenido de estas estafas en el Conurbano pone de manifiesto la necesidad de mantener la guardia alta frente a las nuevas modalidades delictivas que aprovechan la creciente digitalización del comercio. La prevención y el conocimiento se convierten en las mejores herramientas para evitar caer en estas trampas tecnológicas que amenazan el patrimonio de comerciantes y consumidores por igual.
Fuente: Bae Negocios