Tecnología 9 DIC 2024

Cómo funcionará y para quiénes será el protocolo de "reconocimiento facial" creado por el Gobierno

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El Ministerio de Seguridad de la Nación aprobó oficialmente el Protocolo Unificado para el Reconocimiento y Comparación Facial, el cual busca estandarizar procedimientos periciales en fuerzas federales. Cómo impactará en la seguridad, y por qué hay tanta controversia 

El Ministerio de Seguridad de la Nación aprobó un nuevo Protocolo Unificado para el Reconocimiento y Comparación Facial, qué será de aplicación obligatoria para las fuerzas de seguridad, bajo la dirección de Patricia Bullrich.

El objetivo es estandarizar la utilización de esta tecnología en prácticas de estas distintas fuerzas: 

-Gendarmería Nacional

-Prefectura Naval Argentina

-Policía de Seguridad Aeroportuaria

-Policía Federal

La medida oficial se dio a conocer a través de la Resolución 1234/2024 publicada en el Boletín Oficial.

Los alcances del proyecto 

Desde el Gobierno indicaron que el proyecto busca "implementar medidas tendientes a unificar criterios y estandarizar acciones para optimizar, garantizar y agilizar los procedimientos".

Las prácticas de reconocimiento y taxonomía facial se basan en estándares internacionales, como por ejemplo "Best Practice Manual for Facial Image Comparison" de la Red Europea de Institutos de Ciencias Forenses.

También, se mencionaron otros documentos, como los del Grupo de Trabajo Científico de Identificación Facial, el cual define taxonomías y características morfológicas que deben ser analizadas en cada caso. 

Este tipo de guías delimitan cómo se deben efectuar comparaciones de imágenes faciales de manera técnica y precisa, con el fin de garantizar que la práctica sea fiable y esté libre de sesgos o errores humanos.

A partir de este mecanismo, las Fuerzas de Seguridad tendrán herramientas basadas en evidencia que asegurará una identificación correcta. Según los organismos responsables, la estandarización ayudará a reducir errores en las investigaciones criminales.

Cuáles son las preocupaciones 

Aunque el reconocimiento facial puede ser útil para combatir el delito, las críticas sobre esta tecnología surgieron de forma rápida luego de la decisión del gobierno. Su implementación generó preocupaciones sobre la privacidad y los derechos humanos.

En el pasado, el reconocimiento facial mostró fallos que pusieron en riesgo la información privada de distintos usuarios. 

Varios estudios internacionales indicaron que las herramientas pueden tener sesgos, especialmente a la hora de reconocer rostros de personas de determinados grupos.

En un contexto donde se debe proteger los derechos individuales, es crucial garantizar el uso correcto de la tecnología para evitar errores que puedan ocasionar consecuencias moral y éticamente incorrectas.

Por último, otro punto interesante de la resolución es la invitación a las jurisdicciones provinciales y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para adherir al protocolo. De esta manera, la adopción de este tipo de prácticas dependerá de la voluntad política de cada jurisdicción.

Qué es el reconocimiento facial

El reconocimiento facial es una tecnología que permite identificar o verificar la identidad de una persona a partir de una imagen de su rostro. La misma se utiliza en numerosas aplicaciones y situaciones en la actualidad y puede ser una herramienta muy útil para las fuerzas de seguridad porque facilita la identificación de sospechosos en investigaciones criminales o ayudar a encontrar personas desaparecidas.

Los sistemas actuales de reconocimiento facial están basados en Inteligencia Artificial y redes neuronales profundas que permiten determinar con una precisión casi infalible si dos imágenes corresponden a una misma persona. En el caso de la identificación, el sistema también es capaz de señalar si un individuo se encuentra dentro de una base de datos concreta a través de una imagen de esa persona. 

Aunque cueste creerlo, el reconocimiento facial tiene más de 50 años. A mediados de los años 60' un equipo de investigación utilizó un escáner muy rudimentario para intentar mapear algunos datos biométricos como el nacimiento del pelo, la ubicación de los ojos o de la nariz. Sin embargo, en aquel momento no tuvo ningún éxito.

En las siguientes décadas se siguió probando con los ordenadores rudimentarios que había en aquella época, pero a las computadoras les resultaba más sencillo ganar a grandes maestros del ajedrez que reconocer rostros humanos. 

Fuente: La Nación 

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