Ecología 22 DIC 2024

La inesperada solución que podría haber para los animales del Zoo de Luján

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Cuatro años después de ser clausurado, con animales viviendo entre la incertidumbre y el abandono, se abre una esperanza para el futuro de los habitantes del Zoológico de Luján, en su mayoría felinos: podría transformarse en un santuario  

En septiembre de 2020, en medio de la pandemia de Covid-19, el zoológico de Luján cerró sus puertas permanentemente. Las autoridades del entonces Ministerio de Ambiente, lideradas por Juan Cabandié y su segundo Sergio Federoviski, argumentaron que el establecimiento no cumplía con la ley 12.238, que regula zoológicos y acuarios en Argentina.

El zoológico fue acusado (en reiteradas ocasiones) de serias irregularidades con los animales, especialmente en lo que respecta a la interacción del público con grandes felinos, explicaron en ese momento.

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A pesar de la clausura, el destino de los 400 animales, incluidos 130 grandes felinos, quedó en suspenso. Las imágenes de televisión y la atención mediática se desvanecieron rápidamente, dejando a los animales en un limbo, sin los ingresos generados por la venta de entradas que antes sustentaban sus cuidados diarios. Entre ellos, la elefanta Sharima falleció poco después de la clausura, sin asistencia veterinaria adecuada. 

La situación no ha mejorado con el tiempo. El estado del predio es cada día peor. De las 80 personas que trabajaban hasta ese momento en las 22 hectáreas que conforman el predio, quedaron 20. Al menos un 30% de los felinos han muerto por vejez o enfermedades, detalló al diario La Nación Santiago Semino, quien junto a su hermana sigue gestionando lo que queda del zoológico del que era dueño su padre. A pesar de los esfuerzos, las propuestas para trasladar los animales a destinos como Estados Unidos o la India han fracasado, dejando a los residentes del zoológico en una situación precaria. 

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Más allá de los felinos, no quedan demasiados animales salvajes. Tres cebras, dos dromedarios, algunos monos cai y carayá, dos osos que requieren traslado urgente y Yony, el chimpancé, uno de los tres ejemplares de esa especie que quedan en la Argentina.

Los esfuerzos por encontrar soluciones sostenibles se han visto constantemente obstaculizados por la falta de recursos y la desconfianza en las iniciativas propuestas. "Desde hace cuatro años se desoye sistemáticamente cada propuesta concreta. Es irreal pretender que, sin recursos, se pueda continuar sosteniendo a los animales indefinidamente", se lamentó Semino. Esparcidos por la propiedad, una cantidad de objetos antiguos como autos, tractores y maquinaria de campo están a la venta con el objetivo de sostener lo que queda del Zoo y sus animales. El alimento de los aproximadamente 80 tigres y leones es actualmente provisto por los animales que mueren en los campos cercanos. Una crudísima y tristísima realidad. 

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La última inspección de la Brigada Ambiental, dependiente de la Dirección Nacional de Protección Ambiental, a mediados de noviembre, hace una detallada descripción de cada recinto y de sus animales. “Cabe destacar que en relación con inspecciones previas se puede observar que no realizaron mejoras en la infraestructura de los recintos, que continúan los potenciales problemas de bienestar por hacinamiento o por encontrarse los ejemplares en recintos más pequeños de lo necesario para la especie/tamaño como así también, falta de enriquecimiento ambiental. En relación a las condiciones de seguridad de ciertos recintos, se observó que los mismos se encuentran en la misma situación que se constató en anteriores inspecciones, visualizándose manijas pasantes por cierre/aperturas de recintos, como así también puertas tipo guillotinas oxidadas sin candados, pudiendo constituir esto un potencial peligro para el personal”, sostiene.

Una luz de esperanza 

En el medio de todo esto, trascendió que como punto de partida para una solución concreta al drama del Zoológico de Luján desde hace más de 4 años, desde la Secretaría de Ambiente de la Nación analizan transformar el predio en un santuario para felinos. ¿Cómo sería esto? Los santuarios tienen la característica de alojar animales de una sola especie y en Argentina aún no se cuenta con algo así. 

Además representan un espacio donde los animales pueden vivir en una zona de confort más amplia y más acorde con su hábitat de origen, siempre con ejemplares de su misma especie, y finalizar allí sus vidas sin reproducirse.  

La situación del zoológico lujanense refleja un desafío mayor en la gestión y protección de la fauna en cautiverio, subrayando la urgencia de encontrar soluciones que prioricen el bienestar de los animales y respeten sus necesidades naturales. 

Fuente: La Nación