Sociedad 8 ENE 2025

Informe nacional reveló estadísticas preocupantes sobre el acoso a menores

Compartí en las redes

Un análisis de Grooming Argentina señaló que el 50 por ciento de los menores de entre 9 y 16 años son agregados a grupos de WhatsApp sin su consentimiento, además de que 1 de cada 4 menores recibió fotos íntimas y enfrentaron solicitudes sexuales en redes.

El grooming es el contacto con una niña, un niño o adolescente a través de medios digitales con el propósito de atentar contra su integridad sexual. Es una forma de abuso sexual que ocurre enteramente en entornos digitales, y constituye un delito, aun cuando no exista el encuentro físico.

Con altos niveles de presencia de este delito, en 2013 Argentina sancionó la ley 26.904, que establece penalidades para el contacto electrónico con un menor de edad, con el objetivo de cometer un delito sexual. Así, las sanciones oscilan entre los 6 meses de prisión a los 4 años.

El grooming en números 

Según datos aportados por Grooming Argentina, el 50% de los menores de entre 9 y 16 años son agregados a grupos de WhatsApp sin su consentimiento. Por esto, es vital que ellos aprendan a reconocer a tiempo señales de riesgo. Mientras que los padres, por su parte, deben supervisar la privacidad de las redes sociales de sus hijos y denunciar ante la Justicia cualquier tipo de mensaje o intercambio abusivo que noten.

Esto hace que la prevención por medio de la educación sea el eje fundamental ante una amenaza de ese tipo, ya que crea un ambiente de confianza donde los menores puedan expresar sus inquietudes, lo que reduce su vulnerabilidad ante este tipo de delitos. En este punto, dicen los expertos, que “es clave fomentar una comunicación abierta, establecer reglas claras sobre el uso de Internet y usar herramientas de control parental”.

Este reciente estudio alerta sobre el alarmante incremento de solicitudes de contenido sexual dirigidas a niños, niñas y adolescentes en las redes: a uno de cada cuatro menores se le pide compartir imágenes en contextos de desnudez y/o semidesnudez, frecuentemente bajo los términos de “packs” y “nudes”, revela Grooming Argentina.

La investigación revela también que dos de cada tres conversaciones entre menores y desconocidos se tornan de índole sexual, con un 73,3% de las solicitudes provenientes de personas desconocidas, lo que representa un aumento de 3,3% respecto a los datos registrados en 2022. Por otro lado, en el 26,7% de los casos, el agresor mantiene un vínculo directo con la víctima, aunque este dato muestra una leve disminución del 4,3% en comparación con el periodo anterior.

También expone respecto a la distribución de género entre las víctimas: uno de cada tres casos corresponde a niños y adolescentes varones, mientras que dos de cada tres son niñas y adolescentes mujeres.

A su vez, el 25% de los menores en el país ha recibido solicitudes de fotos íntimas a través de sus redes sociales, en su mayoría por parte de desconocidos. Este aumento de solicitudes de contenido sexual entre los adolescentes es parte de una tendencia que crece año tras año.

Las etapas del grooming 

Esta nueva modalidad de violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes sin contacto físico, y ejecutada a través de medios digitales por parte de personas adultas, tiene etapas bien definidas que se suscitan de la siguiente manera: 

1) Etapa de enganche o entrapment (atrapamiento): tiene el objetivo de ganarse la confianza y establecer un vínculo de amistad. El pedófilo se acerca a la niña, niño o adolescente, generalmente falseando su identidad (perfil falso) y/o su edad, a través de una conversación donde prevalece el intercambio de gustos, preferencias e intereses.

2) Etapa de fidelización: el delincuente sexual -a sabiendas de los gustos e intereses de la niña, niño o adolescente- profundiza la relación, obteniendo una mayor cantidad de datos personales. En esta etapa el agresor intentará mantener cautiva la atención, procurando fidelizar el vínculo a través del intercambio de secretos, confidencias, promesas, etc.

3) Etapa de seducción: el pedófilo seducirá y sexualizará la conversación, generalmente mediante preguntas y/o relatos, para generar en la niña, niño o adolescente un compromiso y/o dependencia emocional.

4) Etapa de acoso sexual: se caracteriza por una marcada agresión sexual, implícita o explícita, en la cual el victimario manipula a la víctima a través de la solicitud de imágenes y/o videos íntimos, o bien, la propuesta de un encuentro personal. En aquellos casos en los cuales la niña, niño y/o adolescente no acceda a sus requerimientos, el groomer ejercerá distintas formas de violencia, tales como: chantaje, extorsión, amenazas o coacciones.

Recomendaciones para los padres 

Desde el programa nacional Clic Derechos, del Ministerio de Capital Humano, se recomienda a las familias y personas con responsabilidades de cuidado de chicas y chicos que conversen de manera cotidiana y con empatía, acerca de las experiencias virtuales y los riesgos con los que pueden enfrentarse en las pantallas.

"Incorporar pautas de autocuidado en relación con su intimidad, comprendiendo las fronteras de lo íntimo, lo privado y lo público, así como el conocimiento sobre sus derechos son aspectos clave para desarrollar factores protectores ante los riesgos en línea. Si bien estos temas se encuentran incluidos en los contenidos de la Educación Sexual Integral (ESI), aún es un desafío su inclusión y abordaje", expresan desde el Ministerio.

Cabe destacar que en todo el país existe la Línea 102 de las chicas y los chicos, que brinda orientación y asesoramiento también sobre esta temática. Allí pueden llamar directamente los menores o cualquier persona que quiera consultar o tenga conocimiento o sospecha de una vulneración de derechos a niñas, niños y adolescentes, tanto en ámbitos analógicos como digitales.

Fuente: Infobae