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Ocurrió en la madrugada del sábado 18 de enero en una vivienda de la calle Río Negro al 300, del barrio Santa Brígida.
Allí, una mujer de 36 años denunció que se encontraba junto a su pareja y sus hijos en la propiedad y se fueron a dormir alrededor de las 2 de la mañana. Su pareja se levantó a las 6.30 y ahí constató que su auto ya no estaba estacionado en el quincho techado donde lo habían dejado.
También pudieron detectar que el alambrado perimetral estaba cortado y hallaron unas pinzas en el patio delantero, presumiendo que esa era la herramienta que habían utilizado los ladrones para entrar al domicilio y llevarse el vehículo. La víctima refirió en la denuncia que hizo en la Comisaría 2° que no oyó nada durante la madrugada.