Sociedad 20 FEB 2025

A casi tres años de la tragedia, los tecnicismos de la Justicia dieron otro golpe a la familia de Rocío Cuchiarelli

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Alexis Onorato tiene 25 años y en la noche del 11 de julio del 2022 conducía un auto a toda velocidad y atropelló y mató a Rocío Cuchiarelli, una chica de 22 años que cruzaba la Ruta 7 con dos amigos para ir al cine. Tras cumplir gran parte de la condena en prisión domiciliaria, ahora gozará de libertad asistida.

Onorato fue detenido desde el 13 de julio del 2022, dos días después del crimen vial que cometió. Y cumplió prisión preventiva bajo la modalidad de prisión domiciliaria. En septiembre del 2023 se resolvió en un juicio abreviado condenarlo a 3 años y 6 meses de prisión con cumplimiento efectivo en una cárcel y 7 años de inhabilitación para conducir vehículos.

Sin embargo, en diciembre de ese mismo año, Onorato se arrepintió de haber firmado avalando ese juicio abreviado y pidió que se llevara a cabo el juicio oral con la finalidad de conseguir un mejor fallo. Ese proceso judicial tuvo lugar y Néstor Cuchiarelli confirmó a La Posta que "le terminó yendo peor, porque le dieron cinco años de prisión efectiva".

Más allá de eso, desde la querella explicaron que la Cámara de Apelaciones revocó la decisión del juez que dictó la sentencia de impedir la prisión domicilaria. La Cámara considera que debía cumplir la condena a 5 años bajo esa modalidad porque la expectativa de la pena "no es justificativo para presumir el peligro de su fuga". Entonces, como ya está a tiempo de pedir las salidas transitorias y en el margen del cumplimiento de los dos tercios de la condena, puede pedir la libertad asistida y ahora se encuentra con tobillera electrónica.

En resumen, esta decisión de la Justicia permitirá a Alexis Onorato cumplir la mayor parte de su condena fuera de un penal. 

La noche de la fatalidad

El lunes 11 de julio de 2022 Rocío Cucchiarelli, de 22 años, iba camino al cine con dos amigos. Estudiosa y responsable, tal como siempre la describen quienes la quisieron, estaba cruzando la traza de la Ruta 7 a la altura de la parada Los Abuelitos cuando un auto la impactó, la levantó por el aire y se fue a toda velocidad.  

Eran alrededor de las 21 hs cuando la joven quedó herida en la calle sin que el conductor se detuviera a asistirla. Estaba desmayada, había perdido mucha sangre producto del impacto y tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital Vicente López. 

Allí se le realizaron algunas operaciones para tratar de estabilizarla y permaneció internada durante 12 días hasta que su cuerpo dijo basta. Rocío lo intentó y al comienzo mostraba pequeños signos de mejoría, pero el golpe en la cabeza le provocó daños irreversibles en su cerebro. En la mañana del sábado 23 de julio, nuestro medio se hizo eco de la más triste de las noticias, cuando su familia confirmó el fallecimiento.

Quien estaba al volante era Alexis Onorato, que nunca se detuvo a asistirla. Un testigo logró divisar la patente del vehículo, que fue encontrado al día siguiente del hecho, el 12 de julio. Y en esa misma jornada, Onorato decidió entregarse y presentarse en la DDI para ponerse a disposición de la Justicia.

Tal cual lo dicho, según el padre de la víctima, en la noche de la tragedia, el joven de 25 años no se encontraba 'lúcido', psicológicamente hablando, ya que de acuerdo a sus propias declaraciones, "su mujer le habría sido infiel horas antes" y eso "le rompió el alma y el corazón". "Además habría discutido con su cónyuge y ésta lo habría amenazado con no dejarlo ver al hijo", contó Néstor. 

"Onorato era una persona herida. Y herida de muerte. Pero en el amor propio, en el orgullo, en la dignidad, en el ego. Con ese día de furia y con esa bronca entró a la avenida conduciendo de forma temeraria, como dijo una testigo que se sintió atormentada y asustada. A tal punto que no sabía qué hacer, simplemente optó por tirarse a un costado y pasó a toda velocidad casi rozándola", describió Néstor.  

"Yo creo que Onorato tenía un día de furia y en ese momento, en esos segundos le salió el asesino de adentro. Todos tenemos nuestros días de furia, de bronca, pero si todos salimos a tirarle la bronca a los demás qué mundo sería éste", indicó. 

Asimismo, aseveró que "hay algo que yo como padre, y cualquiera lo hubiera hecho, cuando me avisaron a mí, ya la ambulancia iba hasta el hospital, así que nos íbamos comunicando con los amigos. Cuando llegamos a la sala de urgencias, les pido que me cuenten cómo había pasado todo y me dice Ludmila Centurión que fue la que salvó su vida de milagro, que sintió un viento o algo que le rozó la espalda. Yo le dije que ese es el viento de la muerte, porque salvó su vida al no ser su hora pero mi hija no tuvo la misma suerte".

Cuando le consultó a la amiga de Rocío si el conductor había intentado esquivarlos o frenar, "más bien vi que nos tiró el auto encima, me dijo Ludmila. Después siguió su loca carrera mientras que un civil lo persiguió prácticamente por tres kilómetros. Se le perdió en la Avenida Balbín yendo como para su casa, pero iba con la esposa y le sacaron fotos al vehículo. A las 23 hs la policía ya tenía la patente del auto. Lo fueron a buscar 20 horas después. Eso me lo dijo la fiscal", refirió Néstor Cuchiarelli. 

Esa demora impidió que se pudiera comprobar si, por ejemplo, el conductor estaba bajo los efectos de alguna sustancia: "yo prefiero que estuviera fresco. Porque en el transcurso de su recorrido casi causa otro accidente con otro vehículo que alcanzó a esquivar. Fijate que esquivó todo y a todos. Menos a las dos peatones. Ludmila salvó su vida porque estaba un poquito más a la derecha y un paso más", aseguró.

Por último, sobre el sentimiento familiar, definió: "A nosotros se nos arruinó la vida completamente. A mí el espejo me cuenta todos los días, si yo miro una foto mía de dos años atrás. Yo tengo a mi esposa, y tengo la compañera que tuve desde hace 30 años, pero la mujer que yo tenía desapareció. ¿Quién me paga todo ese daño? Y no hablo económicamente. A mi hija no me la devuelve nadie".

 

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